¿Se desinfla el proyecto eléctrico de Porsche? Retrasos, cancelaciones y el derrumbe en China

Porsche está reconsiderando su estrategia. Ventas por debajo de lo esperado y la cancelación de la producción propia de baterías, con una amortización de 500 millones de euros, han llevado a la marca a retrasar proyectos clave y a dar un mayor protagonismo al motor de combustión, incluso considerando un posible regreso del Macan térmico.

¿Se desinfla el proyecto eléctrico de Porsche? Retrasos, cancelaciones y el derrumbe en China

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Publicado: 12/05/2025 11:21

Porsche, uno de los fabricantes que apostó con fuerza por la electrificación, parece estar revisando drásticamente su estrategia. Así lo revela un reciente análisis de Automobilwoche. Según el medio alemán, la otrora ambiciosa hoja de ruta eléctrica del fabricante de Stuttgart se está encontrando con obstáculos significativos. No solo las ventas de algunos de sus modelos eléctricos no están despegando al ritmo esperado, sino que importantes proyectos están sufriendo retrasos considerables o incluso siendo cancelados por completo.

La situación, según la publicación, se ha tornado «difícil» para la marca de Stuttgart. Uno de los movimientos más llamativos es la decisión de Porsche de abandonar sus planes de producción propia de baterías. Y no hablamos de un proyecto en papel. Esa fábrica ya existía y estaba lista para comenzar la producción. Sin embargo, la propia marca ha reconocido que la escalabilidad económica de esta iniciativa ya no es viable, lo que ha llevado a amortizar la friolera de más de 500 millones de euros. Este ajuste contable está impactando negativamente en los resultados financieros de Porsche, con una notable caída en su rentabilidad.

¿El motivo de este frenazo? Principalmente, una evolución de la demanda y las necesidades del mercado diferente a la prevista. Porsche reconoce que la necesidad de baterías propias no es tan acuciante como se anticipó inicialmente, lo que ha llevado a replantear su nivel de autoabastecimiento.

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Pero los cambios no se detienen en la producción de baterías. Proyectos futuros de gran calado también se ven afectados. El desarrollo de un nuevo SUV de lujo (conocido internamente como K1) ha sido pospuesto de manera significativa, y la llegada de las versiones eléctricas de los icónicos 718 (Cayman y Boxster) se retrasa al menos un año.

Esta redefinición estratégica de Porsche apunta a un renovado enfoque en los motores de combustión interna para los próximos años. Incluso se rumorea que el Macan, que actualmente solo se ofrece en versión eléctrica, podría regresar al mercado con motorizaciones térmicas. Esta marcha atrás estratégica revela la incertidumbre que incluso marcas de la talla de Porsche están experimentando en este momento crucial de la transición hacia la movilidad eléctrica.

El derrumbe en China: un 42% menos en 2025

Una de las razones de este cambio de rumbo viene de China. Allí, las ventas de Porsche durante 2024 experimentaron una significativa caída, con una disminución del 28% en las entregas en comparación con el año anterior, alcanzando las 56.887 unidades.

Esta tendencia negativa se intensificó en los primeros meses de 2025. Durante el primer trimestre, las entregas de Porsche en China se desplomaron un 42% en comparación con el mismo periodo de 2024, con solo 9.471 unidades vendidas. Porsche reiteró que la tensa situación económica en el mercado chino y su priorización de ventas orientadas al valor seguían siendo los principales factores de esta marcada disminución.

Pero la realidad es que la competencia local es brutal, con productos mucho más avanzados en lo técnico, pero ahora también en cuanto a prestaciones. El corazón de Porsche, que está viendo como el valor de marca se está diluyendo en el mercado chino, donde los nuevos compradores atienden a cuestiones técnicas, tecnológicas y de coste, frente a la marca. Algo que, poco a poco, también se está extendiendo a Europa.

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