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Corriente alterna y continua: qué son, en qué se diferencian y para qué sirve cada una

La corriente eléctrica puede ser de dos tipos: alterna o continua. En ellas, la intensidad y el sentido de la misma varían e influyen en muchos aspectos, incluidos sus opciones de uso.

Los coches eléctricos han hecho que los diferentes tipos de corriente adquieran relevancia a la hora de comparar vehículos, puntos de carga y baterías. Para intentar resolver tus dudas, respondemos a todas las preguntas relacionadas con la corriente alterna y la corriente continua.

Qué es la corriente alterna

La corriente alterna (CA) es un tipo de corriente eléctrica que fluye en una dirección que cambia periódicamente. La frecuencia de cambio de dirección de la corriente alterna se conoce como frecuencia y suele ser de 50 o 60 Hz (ciclos por segundo) en la mayoría de los países.

Por tanto, la corriente alterna varía en intensidad o sentido a intervalos regulares.

La corriente alterna es más fácil de transmitir a larga distancia, pero es más inestable. Foto: Freepik

La corriente alterna se utiliza ampliamente en la distribución y uso de la electricidad, ya que es más fácil de transmitir a largas distancias. La corriente alterna también es más fácil de transformar a diferentes niveles de voltaje, cualidad que resulta útil para ajustar la tensión a niveles adecuados para el uso final.

Qué es la corriente continua

La corriente continua (CC) es un tipo de corriente eléctrica en la que los electrones fluyen de manera constante en una sola dirección a través de un conductor, como puede ser un cable.

La corriente continua se utiliza comúnmente en aplicaciones que requieren un flujo de corriente constante, como la carga de baterías o el funcionamiento de motores eléctricos. También se utiliza a menudo en aplicaciones de control y señalización, ya que puede transmitirse a través de circuitos de manera más fiable que la corriente alterna.

Ventajas de la corriente alterna y de la corriente continua

Como ya hemos señalado a modo de avance, cada una de ellas tiene un uso más adecuado en función de las necesidades.

En comparación con la corriente continua, la corriente alterna es:

  • Fácil de transmitir a largas distancias: la corriente alterna puede transmitirse a largas distancias sin una pérdida significativa de potencia, lo que la hace más adecuada para la distribución de la electricidad a través de líneas de transmisión.
  • Fácil de transformar: la corriente alterna es más fácil de transformar a diferentes niveles de voltaje, lo que es útil para ajustar la tensión a niveles adecuados para el uso final.
  • Mayor eficiencia en la distribución: la corriente alterna tiene una mayor eficiencia en la distribución, ya que puede ser transmitida a través de transformadores sin pérdida significativa de potencia.
  • Mayor eficiencia en la utilización: muchos motores y electrodomésticos funcionan más eficientemente con corriente alterna, lo que significa que pueden ahorrar energía y reducir los costes de energía a largo plazo.

En cambio, la corriente continua:

  • Menor aislamiento: la corriente continua requiere menos aislamiento, ya que su valor máximo es inferior y emite un choque eléctrico de acción repelente. Además, se pueden usar voltajes más bajos.
  • Mayor facilidad de almacenamiento: la corriente continua se puede almacenar fácilmente en baterías, lo que la hace útil en aplicaciones portátiles o donde no hay acceso a una fuente de corriente alterna.
  • Mayor estabilidad: la corriente continua es más estable que la corriente alterna, ya que no varía en frecuencia y no produce parpadeos o fluctuaciones. Esto la hace útil en aplicaciones críticas, como el equipo médico y la aviación.

Cómo se genera la corriente alterna, ¿y la continua?

La corriente alterna se puede generar de varias maneras, pero la forma más común es a través de un alternador. Un alternador es un dispositivo que convierte la energía mecánica en energía eléctrica.

Esto se hace mediante el uso de un imán rotante y un bobinado de cobre. Cuando el imán gira cerca del bobinado, se produce un flujo de corriente alterna en el bobinado.

La corriente continua, por otro lado, se puede generar de varias maneras, pero la forma más común es a través de una pila o una batería. Una pila o batería proporciona un flujo constante de corriente continua a través de sus terminales. También se puede generar corriente continua a través de una celda solar o un generador de corriente continua.

Ejemplos de aplicaciones de corriente alterna y continua

La corriente alterna se suele utilizar en:

  • Distribución y uso de la electricidad en hogares y edificios comerciales
  • Motores de combustión interna
  • Electrodomésticos, como neveras y lavadoras
  • Iluminación
  • Transporte ferroviario

En cambio, la corriente continua es más práctica en:

  • Baterías y sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI)
  • Electrodomésticos portátiles, como teléfonos móviles y ordenadores portátiles
  • Automóviles y otros vehículos eléctricos
  • Sistemas de seguridad y alarma
  • Equipo médico
  • Sistemas de señalización y control en la industria y el transporte
La carga con corriente continua es mucho más rápida, pero degrada más la batería. Foto: Freepik

¿Qué corriente es más peligrosa, la alterna o la continua?

La corriente alterna puede ser más peligrosa que la corriente continua en ciertas circunstancias.

Cuando la corriente alterna fluye a través del cuerpo humano, puede causar una contracción muscular constante y, por lo tanto, puede ser más difícil de soltar. Esto puede resultar en una mayor cantidad de daño tisular y, en casos graves, incluso la muerte.

En cambio, la corriente continua generalmente no produce una contracción muscular constante y es más fácil de soltar. Sin embargo, puede ser peligrosa en niveles altos de intensidad, ya que puede causar quemaduras y daños tisulares graves.

En general, es importante tomar medidas de precaución y usar equipos de protección adecuados al trabajar con cualquier tipo de corriente eléctrica.

La corriente alterna y continua en los coches eléctricos

En los coches eléctricos, la corriente alterna y la corriente continua desempeñan diferentes roles.

La corriente continua se utiliza para alimentar el motor eléctrico del coche y proporcionar la fuerza motriz necesaria para mover el vehículo. Esto se hace mediante la conexión de las baterías del coche eléctrico al motor a través de un inversor de corriente.

La corriente alterna se utiliza a menudo para cargar las baterías del coche eléctrico a través de un cargador de corriente alterna. Esto se hace mediante la conexión del coche a una toma de corriente alterna en un enchufe de pared o a una estación de carga. El cargador convierte la corriente alterna en corriente continua y la utiliza para cargar las baterías del coche.

Ventajas de la carga de baterías con corriente continua

Aunque lo habitual es cargar el coche eléctrico con corriente alterna, hacerlo con corriente continua ofrece varias ventajas:

  1. Mayor velocidad de carga: suele ser más rápida que la carga con corriente alterna, ya que la corriente continua puede transferirse más eficientemente a las baterías.
  2. Mayor eficiencia: esto es así porque la corriente directa no requiere el uso de un transformador para adaptarse a diferentes niveles de voltaje.
  3. Mayor potencia: ofrece más potencia sin dañar la batería, pues el vehículo regula la cantidad de energía de entrada sin que el cargador limite la carga.

También es cierto que las cargas con corriente continua, al ser más rápidas, tienden a producir una mayor degradación de las baterías. Por esa razón, es aconsejable hacer uso de ellas sólo en viajes o situaciones en las que necesitamos un periodo de espera reducido para continuar el trayecto cuanto antes.

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