Hace unos días hemos podido ver la noticia de que el director del aeropuerto internacional de San Francisco denegaba el permiso para la apertura de una estación de repostaje de vehículos con una pila de combustible de hidrógeno, aludiendo un problema de seguridad de esta instalación en la zona aeroportuaria.
Pero ahora sabemos que esos miedos son en gran parte infundados gracias a la publicación de un informe sobre la seguridad de estas estaciones, un estudio donde podemos ver una completa recopilación y análisis de los pocos problemas acontecidos entre los años 2007 y 2010 en las estaciones repartidos por suelo norteamericano, y donde los incidentes han sido mínimos.
Las hidrolineras repartidas por los Estados Unidos cuentan con la certificación ISO/TS 20100:2008, lo que le proporciona un elevado grado de seguridad, algo que no le impide sufrir incidentes como el sucedido el pasado mes de mayo donde una fuga de hidrógeno en una estación de servicio en California, ha tenido como resultado una pequeña llamarada que no ha tenido apenas repercusión en la propia instalación y que no ha producido ningún daño personal.
En esta ocasión los sistemas de seguridad automáticos cerraron el fluido de hidrógeno, y el mayor problema ha sido el cierre temporal de la estación hasta que se concluya la investigación abierta.
Y es que a pesar del miedo de muchos hacia esta tecnología, un estudio ha recopilado los incidentes sucedidos entre los años 2007 y 2010, un periodo donde se han registrado 20 problemas, de los cuales solamente 8 han sido calificado como incidentes, de los cuales tres han sido provocados por un error humano, y solamente uno ha tenido como resultado un pequeño fuego que no ha provocado daños personales.
Por supuesto existe un peligro inherente a la hora de manejar gas o líquidos inflamables, mucho más que en un simple enchufe, pero los datos nos indican que las instalaciones cumplen con todas las medidas de seguridad, algo que contrasta con las gasolineras clásicas, que en los Estados Unidos y entre los años 2004 y 2008, una de cada 30 estaciones de servicio ha sufrido un fuego, con una media de dos muertos al año.
Se le pueden achacar muchos defectos al hidrógeno para la automoción, pero lo que no se puede decir es que son instalaciones peligrosas, ya que con los carburantes fósiles, actualmente estamos atados a un sistema mucho más peligroso.
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Fuente | Fuelcelltoday
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