Desde hace unos años Toyota se ha mostrado bastante receloso con los coches eléctricos. Un segmento al que sólo se ha incorporado forzado por las leyes de California, y por encima con un vehículo desarrollo por Tesla. En el resto del mundo, los japoneses siguen amarrados a los híbridos convencionales.
La estrategia de Toyota parece que es la de saltar de los híbridos a los modelos con una pila de combustible de hidrógeno. Pero hace unos días Soichiro Okudaira, jefe de Toyota, ha admitido que su apuesta por los coches impulsados por una pila de combustible de hidrógeno podría ser un movimiento a largo plazo, ya que dado los elevados costes de producción, no se espera que estos sean económicamente competitivos, por lo menos hasta el 2030.
Como recordamos, Toyota ha anunciado que lanzará al mercado su primer modelo a hidrógeno en 2015. Las expectativas es de alcanzar unas ventas de entre 5 y 10 mil unidades el primer año, una cifra modesta, pero que al mismo tiempo es muy ambiciosa a tenor de que estos no contarán apenas con hidrogeneras donde repostar.
La razón que ha esgrimido el Sr Okudaira para la tardía implantación de los coches a hidrógeno son los elevados costes. Para el 2015, el primer modelo dotado de una pila de combustible Toyota que salga a la venta, lo hará con un coste de unos 72.000 euros. Un precio considerable que necesitará al menos otros 15 años para alcanzar un nivel similar a los coches eléctricos por batería.
Por entonces estos ya estarán disfrutando de un importante nivel de desarrollo de sus baterías. Tecnologías como el grafeno y otros elementos harán que podamos disfrutar de autonomías por encima de los 800 kilómetros con cada carga, y tiempos de recarga similares a los de un coche con motor de combustión,. Todo rematado con una gran infraestructura de recarga, y con un precio bastante más económico que los de hidrógeno.
Por lo tanto, los coches a hidrógeno como dice el jefe de Toyota, se quedarán como otra alternativa más dentro del mercado. Una opción que dado su retraso en la implantación, y los elevados precios de su primera generación, todo hace indicar que será una alternativa minoritaria, ante la que Toyota tendrá que maniobrar lanzando un coche eléctrico a batería…o seguir tirando de los híbridos hasta el final de los tiempos.
Vía | Autonews
