El Nissan LEAF llega a Bután
El montañoso Reino de Bután se ha propuesto dar el salto a la movilidad eléctrica. De la mano de un primer ministro que se ha declarado fan de esta tecnología, este pequeño estado ha llegado a un acuerdo con Nissan para crear su primera flota de coches eléctricos.
Ayer el propio primer ministro, Tshering Tobgay, y el presidente del grupo Nissan-Renault, sellaron este importante contrato que permitirá la recepción de las primeras unidades del Nissan LEAF. Una adquisición cifrada en una primera fase en cientos de unidades, y que pasarán a formar parte de las flotas de taxis, pero también de transporte para el gobierno.
La Noruega asiática
Bután puede ser un excelente campo de pruebas para Nissan. Su pequeña extensión, y la poca densidad de coches, hace que el desembarco de los coches eléctricos tengan un impacto muy importante en la economía local. Según Carlos Ghosn, el compromiso casi religioso de Bután con el medio ambiente hace que la adopción de coches eléctricos sea un movimiento lógico, una tecnología que se extenderá hasta convertirse en el principal medio de transporte en el país.
En total los apenas 742,000 habitantes conducen un total de 34.000 coches. Unos vehículos que deben operar en unas condiciones muy complicadas por la altitud, unos 2.400 metros sobre el nivel del mar, que hace que el oxigeno necesario para la explosión en los motores sea menor. Algo que no afecta a los coches eléctricos.
La ecuación para Bután y el coche eléctrico se completa con una producción eléctrica procedente en su práctica totalidad de centrales hidroeléctricas. Unas centrales que incluso disponen de un exceso de producción, que es vendida a sus vecinos. Con estos datos sobre la mesa, el primer ministro se ha propuesto reducir a medio plazo las importaciones de petróleo en torno al 70%, tanto facilitando la llegada de eléctricos, como castigando con impuestos las importaciones de coches con motor de combustión.
Sin duda será un caso a seguir, y ver el efecto que la llegada de coches impulsados por un motor eléctrico puede tener en un país como Bután. Un ejemplo para otras muchas naciones, que estamos seguros tendrá una importante repercusión.
Vía | Greencarreports