Llega el invierno. ¿Cómo se comportará el BMW i3 en los climas más fríos?
Cuando llega el invierno, los coches eléctricos empiezan a reducir su autonomía. Ya sea por la necesidad de mantener la batería en una temperatura idónea, como por hacer lo mismo con el interior del habitáculo, la realidad es que el alcance con cada carga baja de forma importante.
En el sur de Europa todavía disfrutamos de unas temperaturas agradables. Pero en el norte, los termómetros han bajado de forma importante, como es el caso de Suecia, de donde nos llega la experiencia de un propietario del BMW i3.
Una de las mejores armas que tienen algunos modelos, como el propio i3, el LEAF o el ZOE, es la bomba de calor. Un climatizador especialmente eficiente en el caso de los coches, que permite disfrutar de calefacción sin dejarnos la autonomía en el camino. Una opción que en el caso del BMW, sólo está disponible en la versión 100% eléctrica, y no en la dotada de extensor de autonomía.
Otro de los elementos es el aislante y el sistema de refrigeración que BMW y Renault aplican a sus i3 y ZOE. Pero incluso con esta protección, el BMW eléctrico ve como las cifras de autonomía bajo las temperaturas suecas cae de forma importante.
Según este usuario sueco, la autonomía media real, en torno a los 130 kilómetros con cada carga, baja hasta una cifra entre los 80 y los 100 kilómetros cuando las temperaturas caen. Una media de consumo que se dispara hasta los 20-25 kWh cada 100 kilómetros.
Además del consumo, los propietarios nórdicos del i3 han puesto sobre la mesa otras cuestiones interesantes. La primera es que a pesar de su tracción trasera y su par motor, la conducción del eléctrico es bastante cómoda y segura, gracias sobre todo al trabajo del control de estabilidad. En el otro lado destacan los problemas que este modelo tiene con el viento lateral, fruto de un bajo peso que hace que el balanceo sea importante.
Vía | BMW Blog