Los puntos de recarga antes que los enchufables: El caso de China
En ocasiones hemos debatido sobre si una buena infraestructura de puntos de recarga debe preceder a la adopción de vehículos eléctricos. Si no hay puntos de recarga no se compraran coches eléctricos y sin coches eléctricos no merece la pena poner puntos de recarga. La eterna pregunta de qué fue antes, si el huevo o la gallina, trasladada a la movilidad eléctrica.
La respuesta parece ser, como casi todo hoy en día, made in China. En el gigante asiático el boom de vehículos movidos por baterías se ha tropezado con una infraestructura deficiente: no hay suficientes puntos de recarga para tantos enchufables. El problema es tal que puede estar frenando las ventas.
Parece ser el eterno debate que enfrenta instituciones públicas con usuarios, partidarios de los vehículos eléctricos con sus detractores, o un simple tema de sobremesa del que tu cuñado sabrá más tú, pero en realidad hay pueblas tangentes de que una buena infraestructura es necesaria para la adaptación global del vehículo eléctrico.
Si no es suficiente el hecho de que solo temerario aventurero osaría, a día de hoy, comprar un coche eléctrico sin plaza privada con su punto de recarga correspondiente, valgan como argumentos en esta polémica dos modelos exitosos; Autolib y Tesla Motors.
El segundo ejemplo puede perder peso si consideramos que quién puede pagarse un Tesla Model S puede pagarse una vida sin reuniones de vecinos, pero no se puede negar que la apuesta de Tesla Motors por una red propia de supercargadores fue un acierto y, en gran medida, una necesidad para hacer del Model S un vehículo tan capaz de afrontar viajes largos como cualquier vehículo de combustión interna.
El caso de Autolib se acerca más al de un usuario de clase media ¿alguien imagina un servicio de coches eléctricos compartidos sin suficientes puntos de recarga para mantener las baterías lejos de sus mínimos de carga? Una infraestructura adecuada es necesária. Así mismo, los numerosos conductores de las ciudades sin plaza de garage difícilmente podrán optar por un vehículo eléctrico. No hay que olvidar que, a diferencia de los vehículos térmicos, una ventaja del eléctrico es poder cargar donde haya un enchufe, y no tener por tanto que esperar a que esté el deposito vacío para ahorrar viajes a la gasolinera.
El último argumento que podrás exponer a tu erudito cuñado es el que comentábamos al principio de esta entrada, la falta de puntos de recarga en las ciudades chinas, donde las medidas del gobierno para reducir las emisiones en las contaminadas urbes del país han provocado un gran aumento de ventas de vehículos sin emisiones. La reducción de los impuestos y ayudas en la compra de modelos nacionales animaron a muchos conductores a pasarse especialmente a vehículos híbridos enchufables, con animo de ahorrase además un dinero en combustible, pero se han encontrado con que no hay puntos de recarga para tanto enchufable.
La personalización del problema tiene el nombre de Eddy Wu (¿Eddy?), residente de la ciudad de Shanghai y propietario de un BYD Qin, híbrido enchufable capaz de recorrer 70 kilómetros en modo eléctrico. Sin una normativa al estilo ITC-BT-52 y unos vecinos envidiosos temerosos de que el BYD se prenda fuego, Eddy no ha podido instalar un punto de recarga en su parcela particular y la mejor opción es un poste publico a 5 kilómetros de distancia. Todo ello, sumado a una bajada considerable del precio de la gasolina, han convertido al híbrido enchufable en un híbrido simple, desaprovechando su capacidad de aprovechar la energía de la red y arrastrando un sobrepeso de componentes electrónicos en desuso.
Yan Xuefei es un poco más afortunado, y ha conseguido que le dejen cargar su Qin en una fabrica cercana los días que no encuentra puntos de recarga libres en su vivienda. Sin embargo tiene prohibido conectar el coche los días de lluvia por si se produce algún cortocircuito.
En los últimos meses el despegue de ventas que han gozado los vehículos enchufables en China se ha reducido considerablemente a pesar de los incentivos. Más de 11.000 unidades en Septiembre, casi 7.000 en Octubre y menos de 5.000 en Noviembre parecen indicar un frenazo en el que la falta de una infraestructura adelantándose al ritmo de las ventas tiene mucho que ver.
Shanghai espera recuperar terreno con la instalación de 6.000 puntos de recarga en los próximos meses, con un parque móvil de enchufables apuntando a las 13.000 unidades. Así mismo, el gobierno central ha anunciado una inversión de 100.000 millones de yuanes, mientras que Tesla Motors, como siempre marcado su propio camino, ha llegado a acuerdos con compañías locales para ofrecer 400 puntos de recarga en 120 ciudades del país. De momento ya cuenta con 38 supercargadores propios en la zona este del país.
Fuente Bloomberg