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Toma de contacto con el Renault ZOE r240

recarga rápida Renault ZOE

Durante este fin de semana he tenido la oportunidad hacer una toma de contacto con el Renault ZOE r240. Unos días en los que he podido adentrarme de lleno en la movilidad eléctrica y conocer más de cerca al coche eléctrico por excelencia de la marca francesa.

Casualidades de la vida o no, durante tres días he podido cambiar mi antiguo coche de gasolina, un Renault Clio de 17 años, por el que es sin duda su versión del futuro (y del presente). Un fin de semana que he aprovechado para hacerle casi 300 kilómetros.

Lo primero, quiero agradecer a Renault Leioa Berri Auto la cesión de esta unidad y a IBIL la posibilidad de utilizar sus puntos de recarga. Algo fundamental para poder realizar la prueba, porque no todos tenemos la posibilidad de recargar en nuestra casa. Este hecho también me ha permitido conocer como está la recarga pública en la zona de Bilbao.

También quiero avisar de que mi experiencia en la conducción de coches eléctricos está limitada a pequeñas pruebas testimoniales, y no ha sido hasta este fin de semana cuando he podido disfrutar realmente de la conducción de un eléctrico.

interiror Renaut ZOE r240

Autonomía

Durante la mañana del sábado me recorrí unos 70 kilómetros con el ZOE. Quería hacer una prueba de conducción real, con tramos de autovía, de carreteras secundarias y de conducción urbana.

Salí de casa con 116 kilómetros de autonomía en el marcador y la batería con más de un 90% de carga (hay que aclarar que esta autonomía depende del estilo de conducción en los últimos kilómetros). La temperatura exterior era de 20 ºC y hacía una mañana soleada. Sí, habéis leído bien, 20ºC un 19 de diciembre en Bilbao. Íbamos dos adultos de unos 80 kg de peso y el modo eco activado.

Se trata de un recorrido bastante exigente, con tramos de autopista a 90-100 km/h e importantes pendientes. La orografía vasca es lo que tiene.

ZOErecorrido

El modo Eco limita de las prestaciones del ZOE. No las limita tanto como el Nissan LEAF, pero se nota. En zona urbana apenas te das cuenta, simplemente no se pueden hacer esos acelerones tan divertidos. Cuando vamos por autopista, en cambio, al ZOE se le nota perezoso y acusa de manera importante las pendientes (la gravedad no perdona y hablamos de 1500 kg de peso). Eso sí, es suficiente para mantener velocidades de 90-100 km/h. La mayoría del recorrido por autovía fui con el pedal a fondo, excepto cuando había cuesta abajo.

Después de 72 kilómetros de recorrido, el ordenador de abordo del Renault ZOE r240 marca un consumo de 13,8 kWh/100 km, una velocidad media de 51,8 km/h, un consumo total de 9 kWh y 2 kWh de energía ahorrada. La pantalla marca 68 kilómetros de autonomía restantes.

Con un consumo de 13,8 kWh/100 km, la autonomía total del ZOE sería de 160 kilómetros con el modo eco y un recorrido desfavorable. La mitad de los 70 kilómetros recorridos han sido por autovía a velocidades de 90-100 km/h. En un día a día con bastante recorrido urbano y carreteras secundarias, creo que se le podrán sacar autonomías de 180 kilómetros sin demasiados problemas. Eso sí, siempre en modo Eco.

El consumo durante los 127,2 kilómetros que hecho después ha sido superior, de 14,7  kWh/100 km según el ordenador de abordo. Eso sí, durante estos kilómetros ni he llevado el modo Eco activado y he tratado de conocer el coche más a fondo y disfrutar de la conducción.

Carga lenta

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El domingo era un día en el que no podía utilizar los puntos de recarga de los supermercados, porque están cerrados. Esos puntos me habían estado permitiendo cargar durante el viernes y sábado, pero no iba a poder hacerlo durante el domingo. Ante la imposibilidad de cargar en casa, tenía dos opciones: Ir al punto de recarga rápida que tiene Ibil a unos 15-20 minutos de donde vivo y resignarme a esperar cerca de una hora para la recarga (recordar que el ZOE r240 solo carga a 22 kW como máximo) o «engañar» a un amigo para poder recargar. Opté por la segunda opción (gracias Alexis).

Como sabía que está situación iba a llegar, pedí un cargador ocasional en el concesionario, que además me serviría para probar este tipo de recarga. Como os podéis imaginar se trata del cargador ocasional de la propia Renault limitado a 2,3 kW y 10 A si lo enchufamos a un enchufe schuko de los de toda la vida.

Llegué al lugar con la batería al 24%. Si echamos cuentas, teniendo en cuenta que la batería tiene 22 kWh útiles, faltan 16,72 kWh por recargar. Sacar el cargador ocasional, enchufarlo al ZOE y a la toma schuko y mirar en la pantalla interior. Quedan 12 horas y 15 minutos para la recarga completa. Haciendo un cálculo simple no da una potencia efectiva de recarga neta de 1,365 kW. Definitivamente, es un cargador ocasional.

CargaLentaZOE

Reacciones de la gente

He querido dedicar un apartado exclusivamente a esto ya que me parece bastante importante. Durante estos tres días he tenido la oportunidad de llevar a varias personas en el ZOE, desde familiares y amigos, hasta compañeros de equipo. Y el sentimiento ha sido generalizado: les ha encantado.

La ausencia de ruido, de vibraciones y de tubo de escape ha encantando a la mayoría de la gente que se ha montado conmigo. Parece que les cueste creer que un coche eléctrico es capaz de hacer todo lo que hace su coche térmico. Incluso es capaz de hacerlo mejor. «No entiendo como esto no está más extendido» me decía uno. «No eres el único» pensaba yo.

Una de las cosas que más ha sorprendido a la gente, es la salida desde parado. Ningún coche de 90 CV y 1.500 kg es capaz de acelerar como lo hace el ZOE. Ninguno que no sea eléctrico. Eso sí, hay que tener cuidado si se pone a llover, porque pueden llegar a patinar las ruedas (o eso me han contado).

Conclusiones

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Como conclusión general, el ZOE me ha parecido un gran coche. El placer de conducción está a años luz de un térmico. La conducción urbana, hoy por hoy todavía su hábitat natural, es increíblemente cómoda. Y el diseño, aunque esto es ya de gustos personales, también me parece bonito.

Renault ha conseguido diferenciarlo de un coche de combustión pero sin necesidad de la extravagancia que tienen otros coches eléctricos.

¿Lo peor? Tener que devolver el coche. Sinceramente, lo echaré de menos.

Nota:

Gracias a Renault Leioa Berri Auto por la cesión del coche, y a IBIL por facilitarnos el uso de su red de recarga.

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