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BeeZero. El primer sistema de car sharing con coches a hidrógeno deja de operar

En 2016 arrancaba en Munich un sistema de carsharing diferente. BeeZero. Un formato que mantiene la esencia de este modelo, el compartir coches entre varios usuarios, pero en lugar de coches eléctricos a batería han utilizado coches a hidrógeno. Concretamente el modelo seleccionado ha sido el todocamino Hyundai ix35.

En total han sido 50 unidades las que han formado la flota de este sistema. Unos modelos que según los promotores del programa, no tendrían las limitaciones de autonomía de los coches eléctricos, gracias a los casi 600 kilómetros de autonomía que disponen. A esto se ha sumado la inversión en la instalación de hasta 50 estaciones de reportaje.

Una característica que les permitirá además de los habituales desplazamientos dentro de la ciudad, también ofrecer a sus usuarios la posibilidad de moverse en distancias más elevadas. Una forma de diferenciarse de los sistemas de car sharing con coche eléctricos, pensados principalmente para desplazamientos cortos y rápidos dentro de los núcleos urbanos.

Pero después de menos de dos años en funcionamiento, BeeZero ha confirmado que dejará de funcionar. Y lo hacen dando una explicación cuando menos confusa, o contradictoria.

Según la nota de prensa, el objetivo de la iniciativa era demostrar que era posible un sistema de transporte alternativo y sin emisiones para el uso diario. Algo que han indicado se ha logrado. En total la flota ha recorrido 400.000 kilómetros repartido en 850.000 horas de uso, lo que ha permitido ahorrar unos 40.000 kilos de CO2 en emisiones.

Al mismo tiempo los responsables han indicado que este modelo de negocio solo puede operarse a largo plazo si es económicamente viable. Algo que no ha logrado BeeZero que a partir de junio dejará de ofrecer sus servicios. Por lo tanto, la realidad es que no es viable a nivel económico, lo que ha obligado a sus responsables a cerrar sus puertas apenas 24 meses después de su arranque.

Algo que nos indica que realmente en este tipo de aplicaciones los costes del hidrógeno no pueden competir con los servicios que utilizan coches eléctricos. Un formato mucho más accesible desde el punto de vista económico, y que cumple perfectamente con el objetivo de ofrecer una alternativa de movilidad urbana. Algo que gracias al incremento de la autonomía de los vehículos, supone que su radio de acción se pueda ir ampliando de forma importante sin necesidad de grandes inversiones como las necesarias para un sistema a hidrógeno.

Fuente | BeeZero

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