Extensor de autonomía, verdades y mentiras

Poco a poco se recrudece el debate sobre si es mejor que un eléctrico disponga de un motor térmico para momentos en los que no dispongamos de un enchufe donde recargar las baterías, o si esta solución supone una innecesaria complicación del sistema que además puede suponer un gran sobre precio final del vehículo. Para ampliar la información al respecto nuestro amigo de ZEVNA, Luis Monzón, ha redactado un interesante artículo donde se pone sobre la mesa los pros y los contras de esta tecnología y donde se nos muestran las opciones reales que existen en estos momentos para instalar en nuestro coche eléctrico un extensor de autonomía.

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El principal caballo de batalla de los coches eléctricos, como todos sabéis, es el rango o autonomía entre recargas. Todo el mundo comenta que un coche eléctrico no es útil porque no puede hacer el viaje de vacaciones de la familia a la playa, a 300 km.

Esto debería ser tan absurdo como decir que mi coche de gasolina no vale porque no puede llevarme a Los Ángeles, que mire usted que no vuela. Para usar una vez al año, hay alternativas mucho mas razonables que cargar (y pagar) con un gran monovolumen durante todo el año porque un día tendré que llevarlo lleno.

Pero nadie ha dicho que nuestra forma de pensar y actuar tenga que ser razonable. Hay otros condicionantes «subjetivos» como el status social y el propio gusto estético que nos llevan a justificar, con otro tipo de razones la adquisición de tal o cual vehículo.

Todo el artículo, y su segunda parte, en ZEVNA.