En pocas semanas comenzarán a llegar los primeros Tesla Model S a sus propietarios europeos, un momento histórico que muchos celebrarán por todo lo alto, y no es para menos. Pero todavía hay mucha gente que desconfía de estos vehículos y su autonomía, sobre todo en zonas especialmente frías donde el climatizador tiene un trabajo extra.
Para demostrar que el Model S puede ofrecer un rendimiento óptimo incluso bajo las peores condiciones ambientales, y también bajo una conducción agresiva, un noruego ha realizado una prueba de fuego pensada para descubrir si el Model S es capaz de satisfacer las demandas de los usuarios más exigentes y para hacerlo nada mejor que un recorrido por las gélidas carreras del país nórdico sin preocupaciones con el acelerador, el climatizador, a lo que podemos sumar una carga que ocupa los 1.795 litros del maletero.
El objetivo es recorrer la distancia que separa las localidades de Oslo y Geilo, un tramo con una importante subida de 800 metros que unido a un estilo de conducción sin contemplaciones, un frío exterior por debajo de los 6 grados bajo cero.
Durante el vídeo podemos ver un momento el consumo medio que muestra la pantalla del Model S, y a pesar de las terribles condiciones este es de apenas 23 kWh cada 100 kilómetros, un consumo más que bueno en condiciones normales, pero que se torna espectacular en las que se desarrolla esta prueba, una eficiencia que se suma al confort de conducción que gracias a la situación del pack de baterías en los bajos del vehículo hace que incluso en una carretera helada el coche se pegue al asfalto….aunque siempre le podemos desconectar el control de tracción y hacer un poco de drifting, como nos muestra el protagonista de esta prueba.
Al finalizar el recorrido de 272 kilómetros, como hemos dicho en unas condiciones penosas para un coche eléctrico, el Model S ha consumido un total de 70.2 kWh con una media de 25.7 kWh cada 100 kilómetros, y todavía cuenta con una reserva de 25 kilómetros en su marcador. Pero hay que tener en cuenta que se trata de una versión americana del Model S, y según Tesla las que llegarán a Europa estarán modificadas para soportar mejor el frío y permitirán superar sin problemas los 300 kilómetros de autonomía incluso en las peores condiciones climatológicas.
Gracias Baby por el aviso
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