Las primeras pruebas del Volkswagen Golf GTE decepcionan a la prensa alemana

Las primeras pruebas del Volkswagen Golf GTE decepcionan a la prensa alemana
Prueba Volkswagen Golf GTE

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Publicado: 10/02/2015 11:45

Prueba Volkswagen Golf GTE

Hace unos meses el propio Elon Musk comparaba a los híbridos enchufables con los vehículos anfibios. Ni eran buenos en tierra, ni eran buenos en al agua. Evidentemente el presidente de Tesla tiene un claro interés tras su afirmación, ya que su empresa fabrica coches exclusivamente eléctricos.

Los híbridos enchufables se han convertido en la puerta de acceso de muchos compradores al mundo de la movilidad eléctrica, aunque algunos modelos han sido una decepción para los primeros probadores.

 

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Es el caso del Volkswagen Golf GTE. La versión híbrida enchufable del mítico compacto, que el pasado año llegaba al mercado de la mano de una configuración donde se hacía mención a su potencia, 204 caballos, su aceleración 7.6 segundos hasta los 100 km/h, y su elevado nivel de eficiencia, apenas 1.7 litros cada 100 kms ciclo NEDC.

En cuanto a su eficiencia, como en todos los modelos del mercado hay una importante diferencia entre realidad y la ficción de los ciclos mixtos. En el caso del Golf GTE los 8.8 kWh de su batería teóricamente le permiten recorrer 50 kilómetros en modo eléctrico, una cifra que durante las pruebas reales se ha quedado entre lo 19 y los 34 kilómetros.

Algo parecido le ha sucedido al consumo. Los 1.5 litros cada 100 kms suben hasta los 5 litros en conducción mixta y eficiente, con un máximo de 7.7 litros en conducción menos eficiente. Un aspecto extremadamente variable que depende en gran medida de los puntos de recarga, las distancia que tengamos que recorrer, y lo pesado que tengamos el pié derecho.

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Pero hay otros aspectos que bajan la calificación del Golf GTE de forma importante. Como decíamos uno de los pilares de este modelo es su potencia. Un dinamismo que durante los test ha quedado un poco desinflado por culpa del sobrepeso de esta versión. 400 kilos más que un Golf convencional. Una cifra que le perjudica de forma importante a la hora de afrontar las curvas.

Otro aspecto es el maletero. Los 380 litros de la versión normal se ven reducidos hasta 272 litros. Cantidad realmente modesta para un compacto de este tamaño que dada su configuración, se coloca como un viajero más que un urbanita, y donde la capacidad de carga suele tener una mayor importancia.

Una pena ya que se trata de un modelo que prometía lo mejor de los dos mundos, eléctricos y gasolina, pero al que parece se le puede aplicar lo de que el mucho abarca, poco aprieta.

Vía | ZEIT