Todas las claves del Volkswagen ID.2, el sustituto eléctrico del Polo del que depende el futuro de la marca

El año 2026 marcará un antes y un después en la historia de Volkswagen. El gigante alemán, que se encuentra en plena reestructuración interna, se enfrenta actualmente a una crisis sin precedentes debido a su rendimiento a la baja en mercados clave como China o Europa, así como a las tibias ventas de su familia eléctrica ID.

Con el objetivo de llevar a cabo una reducción masiva de costes, la empresa está estudiando el despido de miles de trabajadores en Alemania, así como el cierre de varias plantas. Además, se ha aliado con nuevos jugadores como Rivian o XPeng para dinamizar el desarrollo de nuevos productos, incluida la futura plataforma eléctrica SSP.

Todo parece indicar que esta ambiciosa arquitectura se hará esperar hasta 2029, año en el que debutará con el Golf de novena generación. Tres años antes, Volkswagen renovará por completo modelos como el ID.3 o el ID.4, que si bien seguirán basándose en la plataforma MEB, se beneficiarán de un nuevo diseño exterior e interior, así como de una serie de mejoras técnicas que buscarán mantenerlos competitivos en un panorama cada vez más copado de rivales.

El punto de partida de esta actualizada familia ID. será el ID.2, un utilitario eléctrico cuyo lanzamiento comercial tendrá lugar a finales de 2025 o principios de 2026. Este modelo será el encargado de estrenar un nuevo lenguaje de diseño que retomará algunas de las claves estéticas que caracterizaron a Volkswagen en pasado, las cuales se extenderán más adelante al resto de la gama cero emisiones del fabricante.

El Volkswagen ID.2 podría retomar las denominaciones Polo o Rabbit

El ID.2 está llamado a reemplazar al Polo, que si bien dejó de fabricarse este año en Landaben (Navarra), seguirá exportándose desde Sudáfrica hasta finales de 2027. Ambos convivirán durante un par de años; de hecho, el bestseller térmico recibirá un restyling el año que viene. Aunque medios como Auto Express especulan con la posibilidad de que el nombre definitivo del ID.2 sea ID. Polo, responsables de la marca lo han desmentido en varias ocasiones. Otra de las denominaciones que se estarían barajando sería Rabbit.

Este nombre, utilizado para designar al Golf de primera generación en Estados Unidos, haría referencia al hecho de que, desde un punto de vista estético, el ID.2 será un «mini Golf». Tanto el frente como la línea lateral recordarán al icónico compacto, del que tomará su característico pilar C en forma de arco de flecha. La zaga con los pilotos continuos se inspirará en el reflector utilizado en el portón de algunos Golf clásicos (heckblend).

El habitáculo también supondrá una vuelta al clasicismo, ya que se recuperarán los botones físicos del volante y el climatizador, prescindiendo de las criticadas superficies hápticas del ID.3 y compañía. El conmutador de los elevalunas por su parte será reemplazado por cuatro mandos individuales. La sobriedad y el minimalismo seguirán siendo la nota dominante, con dos displays en formato horizontal como grandes protagonistas (instrumentación digital de 10.9 pulgadas y pantalla táctil de 12.9 pulgadas para el infotainment).

Basado en la plataforma MEB Entry de tracción delantera, este hatchback de cinco puertas medirá aproximadamente 4.05 metros de largo. Gracias al buen aprovechamiento del espacio interior, ofrecerá un maletero de 440 litros, más amplio que el de modelos de mayor tamaño como el Golf (380 litros) o el ID.3 (385 litros). Además, contará con un cofre de 50 litros bajo la banqueta trasera, y el asiento del copiloto se podrá plegar para crear una superficie de carga de 2.20 metros.

El Volkswagen ID.2 ofrecerá hasta 450 km de autonomía

El ID.2 se ofrecerá con dos baterías, una LFP (litio-ferrofosfato) de 38 kWh y otra NCM (níquel, cobalto, manganeso) de 56 kWh. La autonomía máxima rondará los 450 km WLTP; en cuanto a la carga, llegará a un pico de 11 kW en corriente alterna y de 125 kW en corriente continua (10-80% en 20 minutos). La suspensión será de tipo MacPherson delante y barra de torsión detrás.

La alineación estará coronada por una variante de altas prestaciones GTI con 226 CV (166 kW) de potencia, la cual completará el 0-100 km/h en menos de 7 segundos. También podría existir un GTI Clubsport o Performance de 300 CV (221 kW) dotado de un bloqueo de diferencial electromecánico VAQ.

Su producción se llevará a cabo en la planta de Martorell (Barcelona), donde compartirá cadena de montaje con el CUPRA Raval. Aunque la factoría contará con una línea de ensamblaje de baterías, las celdas procederán de una nueva gigafábrica que PowerCo está construyendo en Sagunto (Valencia).

Su precio de partida se situará por debajo de los 25.000 euros antes de ayudas, entrando en competencia directa con otros eléctricos del segmento B como el Citroën ë-C3, el FIAT Grande Panda y el Renault 5, además de los próximos Opel Corsa y Peugeot E-208, previstos para 2027. Frente a ellos, el Volkswagen ID.2 se desmarcará mediante una habitabilidad digna de una categoría superior.

Fuente | Auto Express