¿Será la red de supercargadores de Tesla lo que marque la diferencia?
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Publicado: 17/09/2015 11:25
Antes o después Tesla tendrá que enfrentarse a la competencia de los grandes fabricantes. No hay más que echar un vistazo a los últimos meses donde hemos visto unos cuantos diseños que prometen ser los «Tesla Killers» o los que bajarán al pequeño fabricante norteamericano de su pedestal.
A nivel tecnológico como todos sabemos, Tesla no ha inventado casi nada. Cualquier fabricante puede poner una serie de motores, una gran batería, y lograr un modelo con 500 kilómetros de autonomía. No es algo demasiado difícil de lograr, y de echo son pocos los grandes fabricantes que no cuenten con varios proyectos para competir en el mismo terreno que lo hace Tesla.
Pero imaginemos que estamos en 2020. Audi con sus e-Tron, Q6, Q7 el R8 e-Tron, BMW con su i7, su X7 eléctrico, Porsche…y un largo etc de rivales que antes de finalizar la década harán su presencia en el mercado para luchar de tu a tu con Tesla.
Pero para entonces Tesla habrá logrado un despliegue de su red de supercargadores más que notable, tanto en Estados Unidos, como también en Europa, China e incluso en el casi imposible mercado para los extranjeros mercado, Japón.
Llegado ese momento el consumidor tendrá ante si la decisión de comprar un Audi, un BMW o un Mercedes eléctrico, con todos sus elementos de lujo y el posicionamiento social que llevan asociados sus insignias, o lanzarse a por un modelo de similares características, pero con el que podrá disponer de forma gratuita e ilimitada (previo pago de la cuota de acceso) de una red de recarga super rápida.
Mientras que los alemanes posiblemente instalarán cargadores cada vez más potentes, el R8 e-Tron llevará uno de 150 kW, el problema será ofrecer una infraestructura amplia, potente, bajo un formato compatible con sus coches y además disponible las 24 horas del día.
Un camino que Tesla ha comenzado a realizar hace dos años, y que supone un valor añadido casi fundamental a sus productos gracias a una red que conectará desde el Círculo Polar Ártico, hasta el sur de España.
Es cierto que en el día a día el usuario medio de uno de estos coches apenas necesite usar la red de supercargadores, pero su influencia a la hora de tomar la decisión de compra puede hacer que la balanza se incline para el lado de Tesla, a no ser que los fabricantes europeos tomen cartas en el asunto y pongan en marcha su propia red.
Algo que parece difícil que suceda a corto o medio plazo.