El coche eléctrico y las Smart Grids. Limitaciones tecnológicas (II)
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Publicado: 05/08/2016 09:46
Después de una primera parte donde hemos explicado de las diferentes tecnologías que permiten usar el coche eléctrico como medio de almacenamiento de energía eléctrica, hablamos ahora de los problemas de implantación que puede haber. Como hemos visto, la tecnología V2G tiene un gran potencial, pero existen algunas limitaciones tanto a nivel técnico como tecnológico que deben superarse.
Tecnología de los cargadores y comunicaciones
Una de las limitaciones para la implantación de un sistema V2G es tecnología necesaria. Los cargadores y los conectores deben estar preparados para interactuar con el vehículo y poder extraer la energía de sus baterías, con la inversión que eso conlleva.[blocktext align=»right»]Los sistemas V2G (Vehicle to Grid). Mucho futuro, pero económicamente inviables en la actualidad[/blocktext]
Por otro lado, la comunicación necesaria entre el vehículo y el operador del sistema o el gestor de carga debe ser muy rápida y con una frecuencia muy alta, con el objetivo de conocer la mayor información posible del coche y que éste pueda responder ante demandas instantáneas de potencia.
Una barrera que está superada tecnológicamente, pero cuyo coste de implantación es muy alto.
Degradación de las baterías
Uno de los principales inconvenientes de este tipo de tecnologías es la prematura degradación de las baterías debido al mayor número de cargas y descargas que éstas deben realizar.Esto genera un inconveniente muy importante, como es la rentabilidad del sistema.
A pesar de que el precio de las baterías está bajando a un ritmo muy rápido, aún sigue siendo una tecnología cara. Es por eso, que resulta complicado encontrarle actualmente una rentabilidad económica a esta tecnología.
El estudio de Plug In America “EV Battery Amortization Costs and Vehicle To Grid” llega a la conclusión de que los usuarios de vehículos eléctricos deben recibir precios de entre 0.19 $/kWh y 0.40 $/kWh por la energía que mandan a la red, para que les salga rentable el uso de la tecnología. Unos precios que todavía están fuera de mercado. Se pueden ver los resultados del estudio en la siguiente figura:
Rechazo por parte del usuario
Para que los usuarios puedan participar en un programa V2G, estos deben consentir que el operador del sistema o un gestor de recarga gestione el flujo de energía de su vehículo. Para ello, la empresa debe saber en todo momento si el coche se encuentra conectado, el estado de carga de la batería, así como cuanta energía disponible tiene. Por un lado, algunos usuarios no están dispuestos dejar de lado su privacidad, y por el otro, quieren tener el coche con suficiente autonomía por si hay alguna emergencia.
En definitiva, el V2G se trata de una tecnología con un gran potencial, pero que aún necesita de mucha regulación y conocimiento por parte de la sociedad, además de una importante reducción de costes.
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