Los híbridos enchufables podrían ser la principal víctima del escándalo de emisiones de Volkswagen

Los híbridos enchufables podrían ser la principal víctima del escándalo de emisiones de Volkswagen
Prueba del Mitsubishi Outlander PHEV (2015)

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Publicado: 09/04/2016 10:31

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Rinaldo Rinolfi es un ex-empleado de FIAT y un experto en motorizaciones diésel. Una voz autorizada dentro del sector del automóvil que esta semana se ha descolgado con unas interesantes declaraciones. En estas se alude a las repercusiones que tendrá el escándalo de las emisiones de Volkswagen.

Según Rinolfi, una de las primeras consecuencias será que la UE cambiará la forma de medir el consumo y emisiones de los coches en Europa. En lugar de las pruebas sobre rodillos, se optará por medidas en carretera abierta y sobre todo, durante periodos de tiempo más prolongados.

Según el ex-empleado de FIAT, los más perjudicados por este nuevo sistema no serán los modelos diésel. Serán los híbridos enchufables. Esto se debe a que hasta ahora estos modelos lograban excelentes cifras gracias a que buena parte de la limitada prueba se podían mover en modo eléctrico, lo que en la práctica les permite lograr cifras «oficiales» entre un 30 y un 40% por debajo de la realidad.

Un VW Golf
Un VW Golf «pasando» una prueba bajo el ciclo NEDC

Pero con una prueba más extensa y rigurosa, las pequeñas autonomías reales supondrán un menor aporte en la reducción de emisiones, y por lo tanto, cifras mucho más pobres que las actuales. Esto dará como resultado unos modelos con unas autonomías eléctricas más bajas que en la actualidad, y unas emisiones más altas.

El resultado serán coches menos interesantes para los fabricantes a la hora de tratar de rebajar las emisiones de sus gamas, y también coches menos interesantes para los clientes a la hora de afrontar la compra, principalmente por que los «hasta 50 kilómetros» actuales posiblemente se queden en cifras más cercanas a las marcadas por el ciclo americano EPA.

Un ejemplo lo encontramos en los modelos del grupo Volkswagen, como el Audi A3 Sportback e-tron. Según el ciclo europeo el A3 enchufable logra 50 kilómetros de autonomía, un consumo de 1.5 litros cada 100 kilómetros, y unas emisiones de 35 gramos de CO2 por kilómetro.

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Según el ciclo EPA americano, y que sería similar en el nuevo sistema europeo, el A3 enchufable pasaría a tener una autonomía oficial de 25 kilómetros, un consumo mixto de 2.83 litros a los 100 kms, y unas emisiones de 98 gramos por kilómetro. Algo que tendría su repercusión a nivel comercial, pero seguramente también a nivel fiscal en cuanto a ayudas y descuentos de los diferentes estados.

Tampoco es que el Sr Rinolfi crea que la panacea sean los coches eléctricos. Según este, los eléctricos a batería todavía necesitan evolucionar de forma muy importante sus capacidades para convertirse en mayoritarios en el mercado. Concretamente indica que necesitan multiplicar por 10 su eficiencia para lograr ser una alternativa de compra masiva. Unos eléctricos que al igual que los híbridos, también tendrán que sufrir su propio castigo a nivel de mediciones, y que tendrán que decir adiós al lamentable NEDC actual.

Aquí también tenemos buenos ejemplos, como el del BMW i3. El alemán en el ciclo europeo logra 190 kilómetros de autonomía, mientras que bajo el ciclo americano se queda en 130 kilómetros. Un 31% menos.

Pero sin duda el principal beneficiado de este nuevo sistema será el cliente. Un consumidor que podrá adquirir un vehículo sin las habituales sorpresas al ver que el consumo en condiciones reales nada tiene que ver con las cifras ofrecidas por el fabricante.

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Vía | Autonews