La BBC demuestra que los coches diésel emiten hasta 5 veces más de lo permitido
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Publicado: 07/12/2015 11:00
Hasta ahora siempre hemos hecho burla del sistema que mide el consumo de nuestros coches. El ciclo Pinocho lo habéis bautizado en el caso del NEDC europeo. Pero la broma ha pasado a un nivel más serio cuando nos hemos dado cuenta que detrás del timo de unas cifras irreales hay también una importante cantidad de emisiones contaminantes que impactan de forma directa en nuestra salud.
El Dieselgate de Volkswagen ha puesto sobre la mesa una verdad incómoda con la que muchos fabricantes y reguladores han vivido. Pero parece que no es algo exclusivo del fabricante alemán. Al menos esto es lo que asegura la cadena pública británica BBC, que se ha puesto manos a la obra para saber exactamente cuanto contaminan los coches diésel.
Para la prueba se han seleccionado a dos de los modelos más populares del mercado europeo. un Volkswagen Passat, con motor de dos litros diésel, y un Ford Focus, también diésel pero con motor de 1.5 litros. Dos coches que han sido conducidos de forma normal, con momentos de conducción urbana a baja velocidad, y momentos de mayor velocidad.
El objetivo era saber la cantidad del peligroso, y hasta hace poco desconocido para la mayoría, óxido de nitrógeno (NOx). Unas partúculas con fuerte presencia en los motores diésel y especialmente dañina para nuestra salud.
En las pruebas realizadas por la BBC, el VW emitió 0,664g de NOx por kilómetro, que es un poco menos de cuatro veces el límite de 0,18g establecido por la normativa Euro 5. Cuando se lo condujo en la ciudad, hizo 17,73 km por litro de combustible, lo cual no está muy lejos de la cifra publicada sobre eficiencia en el consumo en la ciudad, que es de 19,05 km por litro.
Son cifras muy lejanas a las 40 veces que han arrojado los coches de Volkswagen cazados en el Dieselgate. Pero al mismo tiempo son cifras muy preocupantes que nos indican que la mayor parte de los coches en el mercado no sólo consumen más de lo que indican las pruebas oficiales, si no que este mayor consumo acarrea más emisiones.
El problema es que al menos de momento las pruebas de los fabricantes se seguirán haciendo en laboratorio. Test en condiciones perfectas, en llano, sin aire acondicionado…todo pensado para lograr las mejores cifras aunque en la vida real sean imposibles de lograr.
La UE ya está poniendo en marcha un nuevo sistema que obligará a los fabricantes a pasar una prueba de consumo fuera del laboratorio. Pero hasta que llegue el momento seguiremos rodeados de fábricas de partículas peligrosas, y la gente seguirá comprando coches cuyas cifras de consumo/emisiones no son reales.
Un problema de salud pública que dado el poder de los fabricantes en las decisiones políticas, no tendrá la repercusión que debería tener, sobre todo con aquellos que no siendo suficiente el cachondeo de unas pruebas de consumo y emisiones de lo más relajadas, se deciden a hacer trampas para lograr pasarlas más fácilmente.
¿Qué hacer?. Pues la receta debería ser una nueva regulación, con pruebas reales y sin cambiar los límites actuales, al mismo tiempo que se ponen en marcha medidas que favorezcan la adopción de coches eléctricos. Una alternativa no sólo buena para nuestro bolsillo, si no también para nuestra salud.
Por supuesto los consumidores tenemos mucho que decir en todo esto, inclinando nuestra decisión de compra en una u otra dirección, pero también influyendo en aquellos de nuestro entorno que están pensando en tomar una decisión.
Fuente | BBC