Fisker confirma que el EMotion llegará con una batería NMC (níquel, manganeso y cobalto). El grafeno y el electrolito sólido para más adelante

Uno de los ganchos que Henrik Fisker ha usado para promocionar a su nuevo coche eléctrico, es que contaría con una batería dotada del elemento milagro, el grafeno. Una palabra que atrae multitudes, pero que de momento no pasa de llamativos titulares.

Y este caso no es una excepción. Fisker ha confirmado mediante su cuenta de Twitter que el Emotion llegará provisto de una batería NMC (Níquel, manganeso y cobalto) como la que usa Tesla para sus modelos, y que en este caso estará desarrollada por una empresa líder del sector, pero sin indicar el nombre.

Esto abre las puertas a un acuerdo tanto con Panasonic, como a otros nombres menos conocidos, principalmente chinos, que también están trabajando esta química. Tendremos que esperar a conocerlo.

Desde el fabricante se ha confirmado también que el EMotion contará con un sistema de recarga ultra rápida, que en 9 minutos permitirá recuperar una cantidad sin determinar de kWh. A esto añadir otros elementos como la conducción autónoma, una autonomía de 640 kilómetros (sin especificar bajo que ciclo) un sistema de tintado químico de los cristales, y además un atractivo diseño.

Un modelo que será presentado de forma oficial el próximo mes de agosto en un acto donde conoceremos más detalles del mismo. Una berlina eléctrica y muy deportiva, que llegará en 2019 con un precio que partirá desde los 129.000 dólares, pero que de momento no lo hará con una batería de grafeno.

Un mal inicio para un proyecto prometedor, que ha querido tomar un pequeño atajo, que esperemos sea la única mala sorpresa que nos depare antes de su llegada.

Gracias Jorge por el aviso

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