No paran de llegar buenas noticias para el fabricante chino CATL, que en pocos años ha pasado de ser un completo desconocido, a una de las estrellas más importantes del pujante sector del coche eléctrico. Después de firmar acuerdos con marcas como Renault-Nissan, o el grupo Volkswagen, entre otros muchos, los chinos han logrado cerrar un acuerdo muy importante con Honda.
Los japoneses y los chinos han firmado un contrato que supondrá no sólo el suministro de baterías para la nueva familia de coches eléctricos de Honda, sino que además colaborarán en el desarrollo de un modelo. Un acuerdo similar al que tienen General Motors y LG para el Bolt. Este se basarán en el popular Jazz, y el objetivo es poner a la venta un coche eléctrico funcional y económico.
Este estará destinado tanto al mercado chino, como para el resto del mundo. Una propuesta que llegará en 2020 y que tendrá como objetivo contar con una autonomía de 300 kilómetros, y que su precio no supere los 2 millones de yenes, que al cambio son unos 15.000 euros.
Además desde el fabricante nipón se ha indicado el nivel de expectativas creadas sobre esta futura propuesta, de la que esperan poder comercializar unas 100.000 unidades al año. Algo que la convertiría en el modelo eléctrico de mayor volumen de la oferta del fabricante japonés. Una Honda que en 2017 entregó un total de 140.000 coches en Europa entre todos sus modelos.
Esta alianza estratégica supondrá poner en marcha iniciativas en otros apartados relacionados con el coche eléctrico, como un sistema de pruebas de vehículos, nuevas formas de producción de los coches y sus baterías, algo que esperan les permita lograr recuperar el tiempo perdido en esta primera fase de despliegue del coche eléctrico.
Gracias a estos movimientos, desde Honda esperan poder incrementar las ventas de coches eléctricos e híbridos enchufables para que estos cubran al menos un 65% de sus ventas para el año 2030. Un proyecto a largo plazo que necesita un catalizador más ambicioso que el propuesto por los japoneses con el Clarity. Una berlina de precio razonable pero baja autonomía, en la que no han depositado demasiadas expectativas.
Una Honda que se encuentra en plena cuesta a bajo en cuanto a ventas en mercados como Europa, y que afronta una fase donde la competencia en sectores como los eléctricos y los híbridos enchufables se multiplicará en todos los frentes. Algo que les obligará a soltar el freno de mano y comenzar a ser agresivos también en estos apartados.
Vía | Nikkei
