Dyson lanzará tres coches eléctricos. Uno con batería de litio, y los otros dos con electrolito sólido

Poco a poco vamos conociendo más detalles del proyecto de la empresa británica Dyson para convertirse en fabricante de coches eléctricos. Una de las muchas startups que hemos visto nacer, pero que lo hace con el respaldo de un potente grupo industrial y económico.

Las últimas noticias nos dibujan un escenario bastante ambicioso. Y es que al contrario de lo que muchos pensaban, Dyson no quiere ser una marca suministradora de tecnología o piezas a otros fabricantes. Se propone convertirse en una marca propia con una amplia familia de coches eléctricos.

Este proyecto arrancará en 2020 o 2021 con el primer modelo. Un eléctrico que llegará con una batería de litio convencional, que servirá como modelo de demostración y para lograr captar capital. Una propuesta que tendrá una tirada limitada tal como han hecho otros nombres en sus inicios, como la propia Tesla con su Roadster.

Pero sin duda lo más interesante vendrá después. Una vez completada la primera fase, llegará la que supondrá el lanzamiento de otros dos modelos. Dos coches que tendrán un volumen de producción mucho mayor, y que además contarán con la prometedora tecnología de electrolito sólido para sus baterías.

Gracias a este sistema, Dyson espera lograr almacenar mucha más energía en el mismo espacio y con el mismo peso que con las baterías de litio. Un sueño al que todavía queda tiempo por delante para alcanzar una fase de producción. Aunque desde Dyson no se ha querido comentar con gran detalle la fecha de llegada, otras marcas como Toyota estiman que la producción en masa de este tipo de baterías no empezará hasta 2025.

Pero puede que Dyson juegue la baza de ser una empresa más pequeña capaz de arriesgar más que los grandes grupos. Un detalle que le permitiría empezar con la producción de baterías de electrolito sólido un poco antes, en torno a 2022 o 2023.

Para lograrlo Dyson tendrá que invertir una importante cantidad de dinero. Se estima que para el primer vehículo se destinarán unos 1.100 millones de euros, mientras que el proyecto del desarrollo de baterías necesitará otros 1.200 millones de euros. Queda por saber cómo solucionarán el aspecto de la red de distribución y servicios técnicos. Algo que posiblemente completen llegando a un acuerdo con alguna marca establecida y sin un programa propio de coches eléctricos.

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Vía | Automobilwoche