Gracias a la recarga nocturna, el coche eléctrico puede pasar de ser un problema a una gran herramienta para la red

Gracias a la recarga nocturna, el coche eléctrico puede pasar de ser un problema a una gran herramienta para la red

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Publicado: 26/02/2018 11:49

No falta en el discurso de muchos agoreros de que el coche eléctrico hará colapsar el sistema de distribución de electricidad. Un sistema que indican no está preparado para recibir a millones y millones de coches cargando de forma simultánea. Pero este discurso es tan absurdo como decir en 1920 que el mundo no está listo para el coche a gasolina ya que no había millones de gasolineras implantadas por cada rincón del planeta.

Una de las claves será el adaptar las redes, y sobre todo, fomentar la recarga nocturna. Y es que la carga por las noches de una flota de coches eléctricos podría no sólo minimizar su impacto en la red eléctrica, sino que además podrá aprovechar tanto los sobrantes de energía producida por el día, y almacenada en grandes baterías, como también sacar mayor partido a fuentes como la eólica.

Sea como sea, las ventas de coches eléctricos no paran de aumentar. Como ejemplo las estimaciones como las realizadas por la petrolera Exxon Mobil, que indicaba que para 2040 habrá 100 millones de eléctricos en el mundo. Por su parte la división de análisis de la energía de Bloomberg ha indicado que para esa misma fecha habrá ya 540 millones vehículos enchufables, de los cuales la mitad serán 100% eléctricos y el resto híbridos enchufables o eléctricos con extensor de autonomía.

Ante esta perspectiva está claro que las redes eléctricas tendrán que actualizarse, aunque el cambio no será demasiado grande. Según Bloomberg, la producción mundial tendrá que aumentar sólo un 5% para acoger la nueva demanda procedente de este tipo de vehículos. Una nueva generación de eléctricos que incluso podría no necesitar la puesta en marcha de nuevas plantas de producción.

Pero todo dependerá de los hábitos de los usuarios. Según Bloomberg, si los propietarios de estos coches conectan sus vehículos al llegar a casa del trabajo por las tardes, entonces si será necesario aumentar la producción, y muy posiblemente hacerlo mediante plantas que funcionan con combustibles fósiles. Y como esta demanda será relativamente corta en el tiempo, el coste de uso de las mismas será más elevado.

No sólo eso, además de más cara la recarga se completará con una energía más contaminante. Algo que debería servir de aviso a las autoridades para que fomenten los hábitos de recarga más sostenibles. Como la carga nocturna.

Usando la carga durante las horas de menor demanda, las horas valle, no sólo se logrará minimizar el impacto de la llegada de millones de coches eléctricos al sistema haciendo que no sea necesario instalar nuevas centrales eléctricas, sino que además se recargará sus baterías con energías renovables. Con ello se produce el efecto contrario al anterior, reduciendo las emisiones y el coste de dicha recarga.

Por si esto no fuese suficiente, no podemos olvidarnos de otra de las aplicaciones con más potencial del coche eléctrico, como es su capacidad para trabajar de forma bi-direccional. Gracias a los sistemas V2G, los vehículos pueden convertirse en pequeñas mini-centrales eléctricas, recargando o inyectando energía a la red cuando sea necesario.

Desde Bloomberg se pone como ejemplo un potencial sistema de car sharing tipo Uber, que utilice millones de vehículos eléctricos y autónomos, con capacidad para decidir cuándo es más conveniente realizar la recarga. Una tecnología hasta hace pocos años digna de una película de ciencia ficción pero que está cada día más cerca gracias a los continuos avances en este tipo de sistemas.

La conclusión para los diferentes expertos es que el coche eléctrico puede convertirse en un problema para la red eléctrica, como va camino de suceder en China. Primer mercado mundial por número de ventas que ha invertido grandes cantidades de dinero en incentivar la venta, pero que no ha hecho sus deberes para fomentar una recarga más sostenible.

Un trabajo que corresponde a los gobiernos para lograr crear un marco más estable para las redes eléctricas, y solucionar antes de tiempo un problema que de no tratarse supondrá grandes inversiones en las propias redes de distribución. Unas inversiones que como siempre, tendremos que pagar los usuarios en nuestra factura y que como vemos, pueden evitarse con acciones tempranas como simplemente fomentar desde ya la recarga nocturna.

Vía | Bloomberg