Ya se han invertido más de 1.000 millones de dólares en baterías de coches eléctricos en lo que llevamos de año
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Publicado: 19/03/2018 16:25
La industria de las baterías está en pleno crecimiento a día de hoy. Tras décadas sin apenas desarrollo, la llegada de aparatos electrónicos como los teléfonos móviles (ahora smartphones) despertaron a un sector que no había evolucionado demasiado. Y junto con este despertar, comenzaron a llegar propuestas cada vez más interesantes, como su expansión al mundo del transporte como fuente de energía para coches eléctricos.
En los últimos años, la evolución de las baterías ha sido realmente remarcable. Sin ir más lejos, LG Chem y Renault doblaron la capacidad de la batería del ZOE en apenas 4 años desde su presentación: en 2012 vio la luz el ZOE Q210 con 22 kWh de capacidad, mientras que en 2016 se presentó el Z.E. 40, con 41 kWh. Y esto no es más que el principio: en el futuro llegarán nuevos tipos de baterías, con nuevas químicas y nuevas soluciones, que aumentarán de forma dramática su capacidad. El ejemplo más claro es el electrolito sólido, que de aquí a unos años debería dominar por completo la industria.
Por ello, tanto las empresas tecnológicas como las automovilísticas están aumentando de forma muy considerable su inversión en este tipo de baterías. Volkswagen, sin ir más lejos, ha cerrado varios contratos valorados en 20.000 millones de euros con varias compañías suministradoras de baterías (CATL, LG Chem, Samsung SDI). Otros grupos, como la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi o BMW, están invirtiendo en startups especializadas en baterías de electrolito sólido.
De acuerdo con Financial Times, en lo que llevamos de año se han invertido más de 1.000 millones de dólares en baterías, lo que supone doblar las inversiones de todo el año pasado. Y eso que no llevamos ni siquiera tres meses completos de 2018. Una clara muestra de que finalmente la industria está abrazando la tecnología de las baterías como el futuro, en detrimento de otras como la pila de combustible de hidrógeno.
Fuente | The Drive