El fabricante de baterías CATL recibe luz verde para su ambiciosa ampliación de capital
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Publicado: 05/04/2018 12:51
El regular chino ha dado permiso a Contemporary Amperex Technology (CATL) para poner en marcha su ampliación de capital valorada en 1.700 millones de euros al cambio. Un importante movimiento que permitirá al fabricante especializado en baterías para coches eléctricos comenzar una nueva fase de expansión de su capacidad de producción.
Para los medios locales, este permiso pone de relieve el interés de China de dar apoyo a las empresas que buscan su hueco en el sector de las nuevas tecnologías de transporte. Unas políticas que quieren desarrollar una potente industria de producción de vehículos y baterías, donde CATL está destacando gracias a su imparable crecimiento.
Recordamos que entre los clientes de esta empresa están nombres como SAIC Motor, Geely, además de otras marcas occidentales como BMW y Volkswagen. Marcas que no harán más que incrementar sus pedidos según se acerque la fecha de entrada de las nuevas cuotas de ventas de eléctricos que China impondrá a partir de 2019.
Con esta inversión, CATL se prepara para una ambiciosa expansión de su capacidad de producción, que esperan llegue a los 24 GWh al año para 2019, suficientes para producir unas 400.000 baterías de 60 kWh, y alcanzar los 50 GWh al año para 2020, unas 800.000 baterías de 60 kWh al año. Algo que les colocaría a la cabeza del mercado.
Esta operación se convertirá en la mayor ampliación de capital de una empresa china no relacionada con el sector financiero. Una señal del peso que está logrando la industria de las baterías para coches eléctricos. Y es que CATL ha sabido situarse rápidamente ante el importante crecimiento del sector del coche eléctricos, sobre todo en China, donde las ventas se han multiplicado convirtiendo al gigante asiático en el primer mercado de esta tecnología a nivel mundial.
Una expansión que tiene entre sus objetivos también el mercado europeo. CATL está en una fase activa de búsqueda de emplazamiento de esta nueva instalación que se disputan Alemania, Polonia y Hungría. Esta elección se debe a que en los tres países se está realizando una enorme inversión en la tecnología de baterías, además de que las fábricas de ensamblaje de coches eléctricos estarán relativamente cerca.
Una nueva inversión que como vemos, no contempla a España como posible lugar para su instalación. Algo que se extiende al resto de nuevas iniciativas que concentran sus inversiones en el centro, norte y este de Europa, pero que no parecen encontrar atractivo en el sur del continente.
Vía | Reuters