Alemania incrementa su apuesta por las redes de recarga para coches eléctricos
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Publicado: 12/08/2018 08:00
Poco a poco Alemania ha ido despertando de su letargo en la relación con el coche eléctrico. No ha sido gracias a las marcas locales, que a pesar de la tradicional protección de los germanos, no han liderado las ventas. Pero los usuarios quieren coches eléctricos, y estos se venden con cada vez más intensidad.
Para atender esta demanda, los operadores están aumentando con cada vez mayor velocidad de expansión de las redes de recarga. Por ejemplo las últimas estadísticas muestran que el pasado año el incremento de la red ha sido del 25%. Algo que ha llevado la red hasta una cifra estimada de 13.500 puntos públicos. Solo entre junio y diciembre de 2017 se han añadido 2.800 nuevas estaciones, algo que nos avisa de que el sector está calentando motores.
Las estadísticas también muestran otras curiosidades, como por ejemplo que la mayor parte de los puntos están siendo instalados por empresas eléctricas. Algo que choca con la situación en otros mercados, como España, que sufren de la total falta de implicación de estas compañías.
Pero el principal problema que afrontan este tipo de apuestas según las propias eléctricas, es la falta de compromiso por parte de los fabricantes a la hora de poner a la venta vehículos competitivos. Algo que provoca que de momento la apuesta sea de futuro, siendo en la actualidad deficitaria la explotación.
La alternativa son los servicios complementarios. Aquellos que suponen la puesta en marcha de puntos de recarga en lugares como centros comerciales, hoteles o restaurantes. Un tipo de instalaciones que sirven para ampliar la red, al mismo tiempo que se amortiza la inversión con la atracción de clientes hacia los servicios ofertados por estos establecimientos.
Un sistema que en la práctica supone un subsidio por parte de las empresas, pero que tendrá que evolucionar con el incremento de los coches en las carreteras que hará necesario un número superior. Como ejemplo las expectativas del propio gobierno de Alemania, que quiere lograr alcanzar un millón de coches eléctricos por sus carreteras para 2020. Un reto a todos los niveles para un mercado con apenas 100.000 coches por sus calles.
Pero sin duda lo más curioso de todo es que el principal mercado del automóvil de Europa, y motor industrial del sector, es uno de los que menos ha trabajado a nivel legislativo la expansión del coche eléctrico. Y es que a diferencia de la mayor parte de los estados, Alemania no cuenta con una normativa clara sobre la instalación de puntos de recarga en las viviendas comunitarias.
Los usuarios no saben si podrán o no podrán instalar su punto antes de la compra del coche en su garaje. Un proceso muchas veces lento, que frena las ventas de uno de los principales polos de atención del sector, sobre todo con la llegada de las propuestas de nueva generación que desembarcarán en los próximos dos o tres años.
Vía | Autonews