Ventajas fiscales de la compra de un coche eléctrico: ser ecologista tiene sus ventajas
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Publicado: 20/08/2018 14:00
Comprar un coche eléctrico tiene numerosas ventajas, como bien es sabido por todos. La más evidente es que tienen la capacidad de circular sin producir emisiones contaminantes directas. Teniendo en cuenta la alta contaminación que sufren las grandes ciudades a día de hoy, su adopción será vital en el futuro de cara a luchar contra la polución ambiental.
Por otro lado, están las ventajas de uso. Un coche eléctrico es mucho más sencillo de utilizar que un coche estándar, pues no tienen caja de cambios y disponen del máximo par de su motor en todo momento, lo que hace la conducción más ágil y fácil. Tampoco hay que olvidar que gracias a su marcada sencillez mecánica, sobre el papel son modelos mucho más fiables, y su mantenimiento es realmente económico: no hay que realizar cambios de aceite, filtros o correas, el motor sólo tiene una pieza móvil, y los frenos se desgastan menos gracias a la frenada regenerativa del motor eléctrico.
Además, su coste de uso es muy reducido: realizar cierto recorrido con un coche de combustión nos saldrá mucho más caro que con un eléctrico por factores como el precio de la gasolina o la menor eficiencia de los motores térmicos frente a los eléctricos.
Sin embargo, un apartado que suelen pasar por alto los compradores potenciales de un coche eléctrico son las numerosas ventajas fiscales que pueden venir asociadas a la compra de un vehículo a baterías. ¿Cuáles son?
-Impuesto de matriculación:
Los coches eléctricos no tienen que pagar impuesto de matriculación, pues este se aplica en función de las emisiones de dióxido de carbono del vehículo. Lógicamente, los coches eléctricos no emiten dióxido de carbono en su funcionamiento, por lo que podemos olvidarnos de pagar dicho impuesto.
-Seguros para coches eléctricos:
Además de todos los beneficios comentados anteriormente, cada vez son más las compañías que están ofreciendo seguros para coches eléctricos más económicos. Una forma de premiar la apuesta por unos vehículos más costosos en la compra, pero que suelen acompañarse de una conducción más tranquila y eficiente. Algo que algunas compañías están empezando a entender, y a premiar con precios más económicos para sus clientes.
-Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (Impuesto de Circulación):
Este impuesto lo regula cada ayuntamiento, por lo que tendremos que consultar en la página web de nuestro municipio si los coches eléctricos tienen alguna bonificación fiscal en este apartado. Normalmente, los coches cero emisiones suelen tener una rebaja de hasta el 75%.
-Aparcamiento:
En ciudades como Madrid, los coches eléctricos no tienen que pagar por aparcar en las zonas Azul y Verde (Zona ORA). Este tipo de ventajas dependen de cada municipio, por lo que pueden cambiar de una ciudad a otra.
-Acceso a las ciudades:
Poco a poco, se van aprobando ordenanzas cada vez más restrictivas para limitar el uso de coches en las ciudades, ya sea durante los episodios de contaminación, durante los cuales los coches CERO (es decir, eléctricos e híbridos enchufables de más de 40 km de autonomía) y ECO (híbridos, GNC, GLP, etc) son los únicos que pueden circular y aparcar libremente en municipios como Madrid; o de forma permanente, como ocurrirá en el Distrito Centro de Madrid desde finales de año, pues sólo podrán circular y aparcar sin limitaciones los coches CERO.
-Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF):
Cuando una empresa realice la cesión de un coche eléctrico a un empleado, ya sea para uso privado o mixto, podrá acogerse a una retribución en especie sobre el IRPF de dicho empleado, con una reducción del 30% siempre y cuando el precio del coche (en caso de ser nuevo) no supere los 40.000 euros antes de impuestos.
-Planes de ayudas y subvenciones:
Los coches eléctricos se pueden beneficiar de una ayuda estatal por valor de 5.500 euros gracias al nuevo Plan VEA, el cual subvenciona la compra de coches de corte ecológico y entrará en vigor en breve.