Cuando en 2013 se lanzó al mercado el BMW i3, además de un gran impacto por la llegada de una marca tan importante como BMW al sector, muchos también se sorprendieron por la extraña apuesta de los alemanes a nivel de diseño. Un coche que no encajaba para nada dentro de la familia, y que incluso ha contado con un espacio diferenciado dentro de las concesiones. Pero a pesar de esto, el i3 se ha convertido en uno de los modelos que más ventas ha acumulado en su larga vida.
Desde su puesta de largo, el i3 ha logrado acumular 150.000 unidades producidas en su planta de Leipzig. Una cifra que ha supuesto dos actualizaciones de batería, la primera elevando la capacidad total hasta los 33 kWh, y la segunda hasta los 42.2 kWh (310 km WLTP) y que le han permitido extender su producción mucho más allá de lo habitual en la industria. Y es que no olvidemos que al i3 todavía le quedan por delante dos o tres años más antes de la llegada de su sustituto.
Pero el tiempo parece que no está afectado a las ventas del eléctrico alemán, que está beneficiándose de la mayor demanda del mercado. De esa forma a pesar de la llegada de importantes competidores, en el primer trimestre de este año las ventas han crecido un 16.2% respecto a los números del pasado año, llegando a las 9.227 unidades.
No sólo eso, las ventas entre enero y marzo han sido las más altas desde que el i3 está a la venta. Algo realmente inaudito en un coche, que normalmente sufre una caída en sus ventas según se acerca el final de su vida útil. Unas ventas que en gran parte debe a Noruega, donde en la actualidad el 75% de las ventas de BMW y Mini ya corresponden a sus modelos eléctricos e híbridos enchufables.
El modelo que ha salido de la línea de producción y que ha coincidido con este aniversario ha sido una unidad dotada del color rojo Melbourne y llantas negras de 20 pulgadas. Una combinación realmente llamativa que se ha convertido en una de las más populares desde la llegada de la nueva versión.
Ahora queda por ver cómo se comportan las ventas este año y el próximo, donde el i3 tendrá que competir con un número cada vez mayor de coches eléctricos de amplia autonomía. También la llegada de la versión Standard del Tesla Model 3, con el que competirá en precio. Pero a favor del BMW está su tamaño compacto, su diseño diferente, su eficiencia, y también su valor de marca que todavía tiene mucho peso entre los clientes.
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