Tesla publica los resultados del último trimestre del 2018 y las cifras del año completo. De nuevo ganancias, pero menos entregas de las esperadas

Eran muy esperadas las cuentas de Tesla que tenía que presentar ayer al cerrar el mercado norteamericano. Unos números que llegaban después de presentar por sorpresa beneficios en el tercer trimestre, y que muchos esperaban no se repitiese en este por cuestiones como la expansión internacional del Model 3, así como el inicio de la producción de la versión Mid Range, menos rentable.

Pero finalmente Tesla ha logrado por primera vez en sus 15 años de vida encadenar dos trimestre con beneficios. Algo que sin duda por si ya es una gran noticia. Los ingresos han estado ligeramente por encima de las expectativas de Wall Street, cerrando el último trimestre con 7.200 millones de dólares y un flujo en caja de 3.700 millones de dólares, que dejan un beneficios de 139 millones de dólares. Un 1.93%.

A pesar de la entrada en acción de la comentada versión Mid Range, Tesla ha logrado mantener el margen de beneficio por unidad vendida en su gama del 20%. Otra señal de que se está mejorando la eficiencia de las líneas de producción que son capaces de ensamblar coches cada vez más económicas, pero manteniendo los márgenes de beneficio.

Resumen 2018

En cuanto a los números acumulados del 2018, estos muestran que Tesla ha fabricado 258.000 unidades el pasado año, de las cuales 140.000 han correspondido a un Model 3 que sólo en los últimos tres meses ha logrado producir 63.359 unidades. Una señal alta y clara de que el infierno productivo que ha frenado su expansión se ha ido solucionando con el paso de los meses, pero que se quedan muy por debajo de las previsiones lanzadas a principios de 2018 por Elon Musk que esperaba llegar a las 500 mil unidades el pasado año.

Unas cifras que permiten a Tesla cerrar el 2018 con mejores números que marcas como Porsche, que han terminado el pasado año con 256.255 unidades.

Estas ventas han producido unos ingresos totales de 21.400 millones de dólares, la cifra más alta hasta el momento, con 1.000 millones de pérdidas. Una cifra cuando menos llamativa si tenemos en cuenta que como hemos visto antes, Tesla tiene 3.700 millones de dólares en efectivo en sus cuentas. A pesar de todo la cifra es positiva ya que supone reducir a la mitad las pérdidas del año anterior, y eso a pesar de la fuerte inversión necesaria para escalar la producción del Model 3.

Ahora Tesla se ha marcado como objetivo alcanzar una cifra de entre 360.000 a 400.000 unidades en 2019. Algo que supondría un incremento respecto al 2018 de entre el 45 y el 65%.

Opinión de los analistas

También interesante el conocer la opinión de los expertos de Wall Street sobre estas cifras. De esa forma, tanto Morgan Stanley como Deutsche Bank advirtieron a los inversores de que Tesla podría enfrentar una bajada de la demanda de las versiones más caras y rentables en Estados Unidos, con una demanda cada vez más centrada en las versión más económicas del Model 3. También aluden a si Tesla podrá mantener en el tiempo esta fuerte demanda.

Algo que puede tener como respuesta el inicio de las ventas en Europa, donde precisamente se están enviando sólo unidades del Model 3 Long Range Dual Motor y Performance.

Entre los argumentos para la preocupación ponen sobre la mesa aspectos como el final de las ayudas en Estados Unidos para los modelos de Tesla, que después de superar las 200.000 unidades han comenzado a ver como se reducen las cifras. También aluden a la producción de la versión Standard, que todavía no tiene fecha concreta de inicio para sus ventas.

Para los inversores el reto para el fabricante será lograr poner en marcha precisamente la versión Standard, y conseguir un margen de beneficio lo suficientemente elevado sobre ella.

China también tendrá su papel dentro del ejercicio 2019. Y es que cualquier cambio en las políticas arancelarias del gigante asiático puede hacer caer las ventas y los beneficios en este importante mercado. Y es que hasta finales de año no estará terminada la fábrica de Shanghái, por lo que los de Elon Musk tendrán que seguir enviando coches desde Estados Unidos.

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