Los coches eléctricos serán entre el 20 y el 40% de la flota de coches en Francia en 2035, y utilizarán sólo el 10% de la producción eléctrica
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Publicado: 26/07/2019 09:56
En un estudio llevado a cabo por RTE y Avere Francia sobre los desafíos del desarrollo de la movilidad eléctrica en la infraestructura del país galo, se han tenido en cuenta los impactos económicos y ecológicos que tendrá este nuevo tipo de movilidad.
Según se ha podido ver en los resultados de este informe, para el año 20235, los coches eléctricos supondrán entre el 30 y el 40% de la flota de coches en Francia, y el consumo de energía eléctrica dedicada a la movilidad eléctrica no excederá los 48 TWh, lo que representará el 10% del consumo eléctrico nacional.
Este consumo no alterará ni modificará la disponibilidad del suministro eléctrico de Francia, ni siquiera en los periodos vacacionales donde se espera que se utilicen más los puntos de carga rápida.
Las recargas diarias de los coches eléctricos, realizadas principalmente en los hogares, ocurren en la mayoría de los casos por la tarde/noche, entre las 19.00 y las 21.00. Las cargas realizadas en esta franja horaria no supondrá un problema para la red eléctrica, especialmente si se hace uso de un sistema de carga inteligente. Otra forma de garantizar el suministro en esta franja horaria, es el de priorizar el uso de energías renovables para este cometido.
El medioambiente será uno de los mayores beneficiados con la proliferación del coche eléctrico y su uso por todo el país europeo. Según este estudio, las emisiones de CO2 se reducirán en un mínimo de 18 megatoneladas de forma anual para el año 2035. Las emisiones de CO2 de los coches eléctricos en Francia serán de cuatro veces menos comparadas con vehículos de combustión interna, incluyendo las emisiones generadas en la producción de sus baterías y su vida útil.
El estudio también afirma que la producción de baterías reducirá las emisiones globales del sector del transporte en 2 a 3 megatoneladas de CO2 cada año, mientras que la extensión de la red de puntos de carga para coches eléctricos podría ayudar a conseguir otro ahorro de 5 megatoneladas de CO2 por año.
Con estos datos en la mano, podemos concluir que Francia no va a tener ningún problema para absorber el aumento del consumo energético que traerá consigo la ampliación del parque de coches eléctricos en todo su territorio. La instalación de nuevos puntos de carga tampoco resultará en problemas para su infraestructura si se utilizan en ciertas franjas horarias de menor demanda energética o se utilizan sistemas de carga inteligente.
Ya solo queda esperar a que cada vez haya más coches eléctricos circulando por las carreteras francesas.
Fuente | Les Echos
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