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Luz verde para la construcción de la batería de aire líquido más grande del mundo

La compañía británica Highview Power ha recibido la financiación necesaria para comenzar la construcción de la que será la batería de aire líquido más grande del mundo. Un sistema con un enorme potencial de respaldo de la red eléctrica que permitirá sacar el máximo partido a las fuentes de energía renovables, y servir como alternativa a las formas de producción que usen combustible fósiles.

Esta planta contará con una ayuda de 10 millones de libras del Departamento de Energía del Reino Unido, para un presupuesto total de 85 millones, que permitirán avanzar con una de las tecnologías de almacenamiento con más potencial del mercado.

Esta contará con un sistema de 50 MW, y respaldado por una serie de depósitos con una capacidad total de 250 MWh. Una cifra que podemos comparar con los 129 MWh de la hasta ahora mayor instalación del mundo realizada por Tesla en Australia.

La nueva planta británica podrá alimentar hasta 200,000 hogares durante cinco horas, además de contar con capacidad para almacenar energía durante varias semanas. Una tecnología que además sus responsables indican cuentan con unos costes que están cayendo en picado.

El objetivo es poder facilitar la transición hacia un sistema eléctrico 100% renovable. Para los responsables de Highview Power, el objetivo es poder contar con alternativas para ir eliminando el respaldo mediante plantas a gas. Algo posible pero que requerirá un incremento del 30% de la producción de las renovables, y sobre todo contar con alternativas para almacenar los excedentes y cubrir las intermitencias.

Cómo funciona una batería de aire líquido

El sistema consta de dos fases, la correspondiente al almacenamiento (carga) y la posterior de recuperación de energía (descarga). En la fase de carga, la energía extraída de fuentes renovables se utiliza para licuar aire atmosférico que será almacenado a temperaturas de unos –190º C en un depósito aislado térmicamente. En la fase de descarga, parte de la energía almacenada es recuperada evaporando el aire y expandiéndolo en varias turbinas.

Según los expertos del sector, los costes estimados que puede ofrecer esta tecnología es muy importante, siendo las estimaciones de un precio de 150 euros el MWh para la energía, y 50 euros el MWh para el almacenamiento. Una alternativa competitiva frente a otras, como las de bombeo hidráulico y aire comprimido.

Para los responsables de esta iniciativa «Seguramente habrá necesidad de utilizar una o más de las tecnologías de almacenamiento de electricidad de media a larga duración para llenar un vacío en el mercado, y el almacenamiento de energía de aire líquido (LAES) está a la altura como una opción debido a su madurez tecnológica que le permite ser una opción ya a corto plazo, frente a otras alternativas como el hidrógeno todavía en fase de desarrollo

Se espera que la construcción de la instalación comience a finales de este año, y entre en funcionamiento comercial a lo largo de 2022. Esta utilizará las infraestructuras de subestación y transmisión existentes, y con basará su modelo de negocio en varios mercados, incluido el arbitraje (compra de electricidad cuando los precios son bajos y venderlo cuando los precios son altos), equilibrio de red y servicios auxiliares como respuesta de frecuencia y soporte de voltaje.

Una infraestructura con una estimación de vida útil de entre 30 y 40 años, que sin duda se convertirá en un nuevo símbolo de que un sistema 100% renovable es posible, pero que nos muestra también que  será necesario realizar fuertes inversiones para desarrollar una amplia variedad de elementos de respaldo que garanticen un suministro eléctrico sostenible, económico, pero también fiable.

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Fuente | Highviewpower

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