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Toma de contacto con la gama EQ Power de Mercedes-Benz. ¿Los híbridos enchufables con más autonomía eléctrica del mercado?

El pasado lunes 19 de octubre, Mercedes-Benz llevó a cabo la presentación nacional de su renovada gama de híbridos enchufables EQ Power, compuesta actualmente por un total de 22 modelos con 14 carrocerías diferentes que conforman una completa cartera que va desde el compacto Clase A hasta el SUV ejecutivo GLE (próximamente esta oferta se enriquecerá todavía más con la llegada del Clase S híbrido enchufable; sin embargo, se nos confirmó que por el momento el GLS no seguirá sus pasos).

La firma alemana destaca varios puntos fundamentales de su familia EQ Power: por un lado, sus modelos se encuentran entre los que mayor autonomía eléctrica homologan del mercado europeo (sus baterías tienen de media un 20% más de capacidad que la competencia); por otro, son los únicos híbridos enchufables disponibles con motores diésel en España. Además, algunos de ellos disponen de carga rápida en corriente continua opcional.

Estas variantes serán una pieza fundamental en la estrategia de electrificación del grupo Daimler, que para 2025 quiere tener más de diez coches eléctricos puros y más de veinticinco híbridos enchufables. Sin embargo, Mercedes-Benz sabe que esta es una tecnología de transición: de cara a 2030, su gama de coches eléctricos será superior a los veinte modelos, mientras que la de híbridos enchufables habrá caído por debajo de los veinticinco.

Esta evolución hacia la electrificación también tendrá un efecto en su oferta de motores térmicos, pues para 2025 la firma estima que habrá reducido su actual gama de propulsores gasolina y diésel en un 40%, llegando al 70% en 2030.

La compañía actualmente ofrece tres tipos de arquitecturas híbridas enchufables dentro de su gama EQ Power: la que monta su oferta compacta (Clase A, Clase A Sedán, Clase B, CLA Coupé, CLA Shooting Brake y GLA; posiblemente en el futuro también se añada el GLB), la de su oferta intermedia (Clase C, Clase C Estate, GLC, GLC Coupé, Clase E, Clase E Estate), y la superior (GLE, GLE Coupé). Todos ellos tienen derecho a la pegatina CERO de la DGT, si bien solo los compactos y los Clase C sedán con motor de gasolina podrán acogerse a las ayudas del Plan MOVES II: el resto superan el precio límite.

Los Mercedes-Benz EQ Power compactos combinan un motor de gasolina 1.3 tetracilíndrico turboalimentado de 160 CV (118 kW) asociado a un propulsor eléctrico de 102 CV (75 kW) a través de una caja 8G-DCT, lo que les da una potencia máxima de 218 CV (160 kW) y un par de 450 Nm. La batería en todos los casos es de 15,6 kWh, y pueden acceder a potencias máximas de 7,4 kW (3,7 kW de serie) en alterna (10%-100% en 1 hora y 45 minutos) y de 24 kW en continua (opcional, 10%-80% en 25 minutos). La velocidad punta en modo eléctrico por su parte se queda en 140 km/h.

Una de las peculiaridades más interesantes de la plataforma modular MFA 2 empleada por estos modelos es que permite integrar la baterías en los bajos del vehículo, lo que posibilita mantener casi intacta la capacidad del maletero (sin embargo, al ocupar la mitad posterior del bastidor, el sistema de escape termina en el centro del vehículo, mientras que el silenciador trasero se sitúa en el túnel central).

La gama se configura de la siguiente forma:

  • A 250 e: entre 60 y 68 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 39.350 euros antes de ayudas.
  • A 250 e Sedán: entre 61 y 69 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 40.150 euros antes de ayudas.
  • B 250 e: entre 56 y 67 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 43.025 euros antes de ayudas.
  • CLA 250 e Coupé: entre 60 y 69 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 44.850 euros antes de ayudas.
  • CLA 250 e Shooting Brake: entre 58 y 68 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 46.000 euros antes de ayudas.
  • GLA 250 e: entre 53 y 61 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 48.685 euros antes de ayudas.

En el caso de los Clase C, GLC y Clase E nos encontramos con las variantes 300 e y 300 de, dotadas de motores gasolina y diésel respectivamente. Ambos propulsores son 2.0 tetracilíndricos y turboalimentados, de 211 CV (155 kW) en el caso del gasolina y 194 CV (143 kW) en el diésel. El motor eléctrico por su parte rinde 122 CV (90 kW), estando integrado en la caja de cambios 9G-TRONIC.

La potencia combinada es de 320 CV (235 kW) y 306 CV (225 kW) respectivamente, mientras que la velocidad punta en modo eléctrico supera los 130 km/h. Las baterías llegan a los 13,5 kWh de capacidad, mientras que el cargador interno refrigerado por agua admite una potencia máxima de 7,4 kW de potencia en alterna, pasando del 10% al 100% en hora y media.

El Clase C está disponible exclusivamente como tracción trasera, el GLC con tracción total 4MATIC, y el Clase E con ambas posibilidades. El GLC puede remolcar hasta 2.000 kg de peso, mientras que el Clase C no dispone del sistema de infoentretenimiento de última generación MBUX que sí equipan el resto de modelos EQ Power.

En este caso, la oferta se articula de la siguiente manera:

  • C 300 e: entre 49 y 56 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 53.625 euros antes de ayudas.
  • C 300 e Estate: entre 48 y 54 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 55.075 euros antes de ayudas.
  • C 300 de: entre 47 y 55 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 56.125 euros.
  • C 300 de Estate: entre 46 y 53 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 58.775 euros.
  • GLC 300 e 4MATIC: entre 38 y 45 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 62.375 euros.
  • GLC 300 de 4MATIC: entre 40 y 45 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 64.200 euros.
  • GLC 300 e 4MATIC Coupé: entre 39 y 43 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 65.325 euros.
  • GLC 300 de 4MATIC Coupé: entre 41 y 45 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 67.150 euros.
  • E 300 e: entre 49 y 53 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 63.900 euros.
  • E 300 e Estate: entre 47 y 49 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 66.725 euros.
  • E 300 e 4MATIC: entre 46 y 49 km WLTP de autonomía eléctrica, sin precio definido todavía.
  • E 300 de: entre 50 y 53 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 65.150 euros.
  • E 300 de Estate: entre 48 y 50 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 67.980 euros.
  • E 300 de 4MATIC: entre 46 y 49 km WLTP de autonomía eléctrica, sin precio definido todavía.
  • E 300 de 4MATIC Estate: entre 45 y 47 km WLTP de autonomía eléctrica, sin precio definido todavía.

El enorme GLE por su parte se beneficia de las últimas tecnologías eléctricas de Daimler. Este vehículo dispone de una batería de 31,2 kWh, mayor que la de algunos coches eléctricos puros; además, dispone de carga en alterna a 7,4 kW (3 horas y 15 minutos para recuperar el 100% de su alcance) y en continua de 60 kW (opcional, 10%-80% en 20 minutos, 10%-100% en 30 minutos).

Tanto el motor gasolina como el diésel son idénticos a los de la familia anterior; sin embargo, el propulsor eléctrico aumenta su potencia a 136 CV (100 kW), lo que tiene como consecuencia una potencia combinada superior (de 333 CV/245 kW en el gasolina y 320 CV/235 kW en el diésel). También se mantiene la caja 9G-TRONIC. Todos los GLE híbridos enchufables tienen tracción total 4MATIC y son capaces de remolcar hasta 3.500 kg. Curiosamente, la velocidad punta en modo eléctrico es superior en el diésel (160 km/h) que en el gasolina (140 km/h).

La familia de variantes híbridas enchufables del GLE está integrada por cuatro modelos:

  • GLE 350 de 4MATIC: entre 90 y 99 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 78.125 euros.
  • GLE 350 e 4MATIC: entre 90 y 99 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 76.400 euros.
  • GLE 350 de 4MATIC Coupé: entre 82 y 100 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 87.700 euros.
  • GLE 350 e 4MATIC Coupé: entre 89 y 95 km WLTP de autonomía eléctrica, desde 86.250 euros.

Por otro lado, Mercedes-Benz confirmó durante la rueda de prensa que hasta el próximo 31 de diciembre, todos sus modelos EQ Power incluirán la instalación gratuita de un punto de carga (en el hogar o en la empresa del cliente) con tres años de garantía, algo que es posible gracias a los acuerdos de colaboración de la marca con Iberdrola.

Tanto el eléctrico puro EQC como los modelos EQ Power equipados con la versión más reciente del sistema de infoentretenimiento MBUX contarán con el servicio Mercedes me Charge, que dará acceso opcional a una amplia red de carga pública formada por más de 300 operadores de toda Europa. Mercedes me Charge dispondrá de una app específica para smartphones e incluirá pagos integrados, mientras que los importes de cada proceso de carga aparecerán recogidos mensualmente en una factura detallada.

Toma de contacto

Mercedes-Benz puso a nuestra disposición tres modelos de su gama EQ Power: un A 250 e Sedán, un C 300 de Estate, y un GLE 350 de 4MATIC. Es decir, un gasolina y dos diésel. Desafortunadamente, apenas tuvimos media hora para testar y hacer fotos a cada coche, por lo que fue complicado extraer conclusiones detalladas de nuestros breves recorridos por ciudad y circunvalaciones.

Por fuera y por dentro, los tres modelos son prácticamente indistinguibles de sus hermanos térmicos, algo que probablemente agradezcan los conductores más discretos. Sin embargo, los Clase C y GLE son fácilmente detectables por la presencia de la toma de carga en el paragolpes trasero, una ubicación algo delicada debido a lo expuesta que queda la tapa ante cualquier pequeño golpe. En el caso del Clase A, la toma está situada en el lateral, como la boca de llenado del depósito de gasolina.

Por dentro, lo que más llama la atención es que el Clase A está un pequeño paso por delante del más veterano Clase C en aspectos como los acabados (la consola central en negro piano del Clase A se sentía sólida, mientras que en el Clase C presentaba algún crujido) o el sistema de infoentretenimiento (los responsables de la marca nos confirmaron que el actual Clase C no llegará a montar el sistema MBUX, de funcionamiento fluido y con un práctico control vocal dotado de reconocimiento del lenguaje natural).

El GLE por su parte está a un nivel superior respecto a sus hermanos menores, con un suntuoso habitáculo en el que sin embargo desentona un poco la falsa tobera del aire acondicionado situada a la derecha de la pantalla central. En cualquier caso, nos encontramos ante tres vehículos de acabados cuidados y materiales de calidad, algo que por otro lado era de esperar en automóviles de su precio.

El Clase C cuenta con dos sistemas independientes para seleccionar los modos de conducción: por un lado, los relativos a la respuesta del coche (ECO, prioriza un bajo consumo; Comfort, busca maximizar la comodidad; Sport, centrado en el rendimiento, mantiene siempre conectado el motor térmico; e Individual); y por otro, los que afectan al sistema híbrido (Hybrid, alterna el motor eléctrico, el térmico o emplea ambos a la vez para lograr una buena relación prestaciones/consumo; E-Mode, fuerza la conducción 100% eléctrica; E-Save, limita la conducción eléctrica para mantener la carga de la batería; y Charge, fuerza la conducción 100% térmica para cargar la batería).

Los modelos con MBUX (Clase A y GLE) disponen por su parte de seis modos de conducción que combinan los anteriores: ECO (ECO+Hybrid), Battery level (Charge+E-Save), Electric (E-Mode), Comfort (Comfort+Hybrid), Sport e Individual. Esto permite simplificar notablemente las opciones disponibles.

Dado lo corto de nuestra prueba, con los tres modelos circulamos durante casi todo el recorrido en modo 100% eléctrico. En los tres casos testamos la aceleración de los coches (lo que terminaba llevando al arranque del motor térmico, sorprendentemente silencioso y bien aislado en los diésel), por lo que no podría considerarse que lleváramos a cabo una conducción especialmente eficiente.

De media, el Clase A consumió 17,6 kWh/100 km, el Clase C 17,9 kWh/100 km, y el GLE 25,8 kWh/100 km. Estas cifras son meramente orientativas y en la práctica no nos permiten juzgar con objetividad la eficiencia de los vehículos. En cualquier caso, dado el tamaño de sus baterías, más generoso que en la mayoría de sus rivales, debería ser relativamente fácil que los Clase A y GLE pudieran cubrir en modo 100% eléctrico los recorridos cotidianos del 90% de la población, que de acuerdo con Mercedes-Benz hace menos de 50 km al día.

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