Reciclaje de baterías una necesidad que puede convertirse en un negocio rentable en Europa en 2025

Reciclaje de baterías una necesidad que puede convertirse en un negocio rentable en Europa en 2025

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Publicado: 22/01/2021 10:08

Los resultados de un estudio realizado por el Instituto de Investigación Nomura (NRI por sus siglas en inglés) revelan que el negocio del reciclaje de baterías en Europa puede convertirse en una operación rentable en 2025.

Durante la Conferencia Avanzada de Baterías Automotrices de la Unión Europea, los datos calculados por el NRI estiman que en Europa que la industria del reciclaje de baterías puede ser rentable a partir de 2025.

Hasta el momento la situación de la industria especializada en devolver a la vida los componentes esenciales de una batería en el viejo continente aún están lejos de igualar, por ingresos de ventas de los materiales extraídos, a su contraparte china.

Según el Instituto de Investigación Nomura, el coste del reciclaje de baterías ronda los 26 euros por kilovatio hora en China. Mientras, en Europa la misma tarea tienen un precio de 51/kWh euros. Mientras que la venta de los materiales reciclados está estimado en torno a los 34/kWh euros en ambos casos.

Las cuentas rápidamente ponen de manifiesto la superioridad del gigante asiático a la hora de conseguir una rentabilidad en el presente, de una actividad que es vital para el futuro y la sostenibilidad de la sociedad y las tecnologías y dispositivos que la sustentan. Estas son cada vez más dependientes de baterías en múltiples aspectos, servicios, movilidad, herramientas, electrodomésticos y un largo etcétera.

Reciclaje y sostenibilidad

Todo elemento que use baterías, como los vehículos eléctricos que definirán la nueva movilidad son una oportunidad hoy en día, para poner fin a a polución la generación de gases efecto invernadero y hacer más respirables, habitables y sanas las ciudades.

La parte de este progreso hacia un mayor bienestar dependerá de la capacidad que tengamos de reciclar al máximo las baterías que dan vida a cantidad de ‘aparatos’, que se han convertido en elementos imprescindibles en nuestras vidas, desde el teléfono móvil hasta el coche eléctrico, pasando por decenas de productos más.

Solamente los cientos de millones de viejos teléfonos móviles fuera de uso que almacenan los europeos en sus casas, conforman un elemento que haría funcionar el concepto de minería urbana gracias a una economía circular que proveería de materiales esenciales a la industria.

Este ejemplo es extensible a los vehículos eléctricos que pueden pasar de la salvación a convertirse en parte de un nuevo problema si no se da una salida adecuada a sus baterías, una vez que estas lleguen al final de sus vidas. El plural utilizado es debido a que tras el uso en un vehículo cero emisiones la batería puede tener una larga vida como parte de centros de almacenamiento de energías renovables u otras aplicaciones.

La falta de materias primas, las controvertidas condiciones laborales de muchas minas alrededor del mundo, el transporte, procesamiento, etc., pueden ser complementados si se reciclan y se extraen los componentes de las baterías usadas. De esta forma se consigue frenar el impacto medioambiental en caso del abandono de estas convirtiendo, de paso, a enteros continentes en productores de materias primas, allí donde no es posible encontrar los preciados minerales.

China a la cabeza del reciclaje

La principal diferencia entre China y Europa a la hora de rentabilizar el reciclaje de baterías, pasa por la falta de inversiones en el viejo continente, comparables con las acometidas por China durante los últimos años.

Además, los procesos de transporte, desmantelamiento y gestión son más caros en Europa debido, según el estudio, al poco volumen reciclado. China transporta y gestiona altísimos volúmenes de «chatarra de baterías» con la consiguiente reducción de lo costes, además de afianzar un desarrollo avanzado de la tecnología de desmantelamiento de baterías.

Para el NRI, el mercado de reciclaje de baterías de iones de litio alcanzó, en 2018, las 97.000 toneladas. Del total de ese año China supuso el 69% y Corea del Sur alcanza el 19%.

El 12% restante se consigue sumando a los Estados Unidos, Japón y la Unión Europea.

Cabe destacar que estas cifras recogen el contenido de baterías recicladas que por el momento son principalmente baterías pertenecientes a smartphones, lo que le ha permitido a China conseguir una apreciable ventaja respecto al resto puesto que es el país líder en fabricación de teléfonos móviles.