BMW i Vision Circular. Un coche eléctrico compacto, conectado y sostenible

BMW i Vision Circular. Un coche eléctrico compacto, conectado y sostenible
BMW i Vision Circular

6 min. lectura

Publicado: 06/09/2021 14:08

Con el BMW i Vision Circular, el fabricante alemán quiere ofrecer una perspectiva de un coche eléctrico compacto que pone el punto de vista de cómo serán en 2040 este tipo de vehículos que se caracterizarán no solo por su diseño, su calidad, sino también en la sostenibilidad que rodea toda su cadena de valor.

Se trata de un eléctrico de cuatro plazas que destaca por puntos como su diseño pensado para ofrecer a los ocupantes una generosa cantidad de espacio interior, y eso a pesar de ser un modelo del tamaño de un I3, con unos cuatro metros de largo. Un diseño que BMW ha catalogado como coherente de acuerdo con los principios de la economía circular y, por lo tanto, representa la ambición del grupo de convertirse en el fabricante más sostenible de movilidad personal.

Según Oliver Zipse, director ejecutivo de BMW: “El Vision Circular muestra como pensamos sobre la movilidad sostenible. Representa nuestra aspiración de ser pioneros en el desarrollo de una economía circular. Queremos extender nuestra posición de liderazgo en eficiencia de recursos en producción a todo el ciclo de vida de nuestros vehículos. También se trata de la sostenibilidad empresarial. Porque el desarrollo actual de los precios de las materias primas muestra los efectos que debe esperar una industria que depende de recursos limitados”.

Según los desarrolladores, el objetivo de diseño básico del BMW i Vision Circular era crear un vehículo que esté optimizado para poder cerrar el círculo de la producción con una cuota del 100% de materiales que podrán ser reciclados una vez termine su vida útil.

Además de las materias primas certificadas de base biológica, también se utilizarían materiales que ya han pasado por un ciclo de vida del producto, los denominados materiales secundarios. Esto también se aplica a la batería: según BMW, la batería de electrolito sólido del BMW i Vision Circular es completamente reciclable y está fabricada casi en su totalidad con materiales que provienen de otros vehículos eléctricos. Una batería que gracias a su mayor densidad energética, permitirá acumular una mayor cantidad de energía en un menor espacio y con menos materiales.

Uno de los aspectos más llamativos es el interior. Y es que en apenas cuatro metros de largo, BMW ha logrado crear un ambiente amplio, lujoso, cuyos materiales y procesos de producción buscan minimizar el impacto ambiental de su producción. Un interior que quiere servir de muestra de las muchas posibilidades que los sistemas eléctricos permitirán en el futuro gracias a la reducción del tamaño y peso de componentes como la batería, que permitirá diseñar espacios más amplio y cómodos sin tener que fabricar coches de grandes dimensiones para ello. 

BMW i Vision Circular: carga bidireccional

Además de las innovaciones en materiales y diseño, el BMW i Vision Circular ofrece la opción de carga bidireccional. El propietario podrá usar la batería del coche para almacenar la energía procedente de sus placas solares, y devolverla por las noches o en las horas de mayor coste, para reducir su factura. También podrá exportar electricidad a la red para ayudar a mitigar los picos de demanda, o alimentar viviendas cuando estas se queden sin energía por ejemplo durante un apagón.

Otra medida clave en el camino hacia la movilidad urbana sostenible va más allá del propio vehículo: hacer un uso inteligente de los datos de tráfico disponibles en tiempo real y a intervalos muy cortos para lograr la máxima eficiencia en la movilidad. Por ejemplo, se podrían optimizar las recomendaciones de velocidad para aprovechar mejor las fases de los semáforos («ola verde»), prever con mayor precisión el flujo de tráfico y minimizar los periodos de retención gracias a la comunicación de los vehículos entre sí y con su entorno. Las emisiones de CO2 causadas por el tráfico parado o incluso por la búsqueda de aparcamiento podrían reducirse significativamente gracias a la colaboración de un gran número de usuarios.

Un ejemplo de que el futuro será eléctrico, pero las marcas deberían poner el máximo énfasis en que además sea lo más sostenible posible. Poner las soluciones antes que el problema, lo que permitirá el día de mañana con la generalización de las ventas de coches eléctricos, que estos aprovechen al máximo los recursos disponibles desde el primer momento, y evitando crear problemas como los residuos de las baterías que terminan su vida útil, que como vemos tienen mucho por delante incluso llegados a ese momento. Una economía circular que junto con la alimentación de los vehículos con energías renovables, permitirán reducir emisiones y también reducir la necesidad de sobre explotar los recursos naturales, con todo el impacto que eso representa.

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Fuente | BMW

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