Ni la pandemia de COVID, ni las condiciones económicas ni la falta de microchips han impedido que los coches eléctricos sigan creciendo en el mundo. De los 72 millones de turismos que se vendieron en el mundo en 2021, LMC Automotive cifra en 4,5 millones los que fueron 100% eléctricos. En total, representaron el 6,3% de las ventas mundiales, el triple de cuota de mercado que en 2019, cuando hubo 80 millones de ventas globales de turismos.
La consultora lo achaca a la prioridad de los fabricantes por sacar producción de coches eléctricos para cumplir los objetivos impuestos por la Unión Europea y China. Y la tendencia va a continuar en 2022, con una predicción de 8 millones de coches eléctricos según UBS. Es un salto importante respecto a los 2,1 millones de unidades de 2020. La demanda de coches sin tubo de escape sigue creciendo a buen ritmo.
Tesla fue el fabricante más prolífico en este sentido, con 936.172 unidades, un 87% de incremento sobre los 500.000 de 2020. El modelo más vendido fue el Tesla Model 3, 540.000 unidades. Solo el Model 3 acumuló más ventas que todos los eléctricos del Grupo Volkswagen, segundo en la carrera, con 453.000 unidades. El conglomerado alemán prácticamente dobló su volumen del año anterior.
Las normativas condicionan todavía mucho las ventas de los coches eléctricos. En un extremo tenemos a China, donde el HongGuang Mini EV es el modelo más vendido entre los enchufables y a un precio muy bajo, y por otro a Estados Unidos, donde a falta de imposiciones de cuota para los fabricantes los eléctricos tienen una cuota del 3%. Las subvenciones van perdiendo su importancia para estimular las ventas, por ejemplo China va a suprimirlas.
No obstante, las ventas de eléctricos van a seguir subiendo por una razón muy sencilla, la mayoría de los fabricantes tienen claro que es el futuro y la demanda de modelos de combustión interna va a ir cayendo. Pero no hay que olvidar que la oferta de vehículos térmicos sigue siendo insuficiente y eso se comprueba con el comportamiento del mercado de ocasión, en algunos países hay tres transferencias por cada nueva matriculación.
Sigue habiendo sitio para todos los que quieran participar, aunque existen incertidumbres relacionadas con el suministro de materias primas y metales escasos que hacen falta para producir las baterías. De ahí que surjan más iniciativas para activar la economía circular y potenciar el reciclado para depender menos de unos pocos países y un posible alza de precios. Esto último retrasará la democratización de los coches eléctricos, pero no su crecimiento en general.
Recordemos que lo que pasó en diciembre de 2021 es un anticipo de lo que viene. Fue un mes de muchas automatriculaciones para cumplir objetivos y no todo fueron ventas reales, pero los eléctricos superaron a los diésel en Europa. En ese mes la cuota global de eléctricos alcanzó el 10%. Cuando los fabricantes recuperen el ritmo habitual las cuotas no serán tan sorprendentes, pero será un efecto pasajero.
