¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

La basura orgánica puede ser otra fuente de hidrógeno renovable y reductora de emisiones

En países como Egipto la industria del reciclaje no es precisamente boyante, así que tiene algo que le sobra a patadas: basura en vertederos. Esta basura sería un residuo sin mayor utilidad, pero con la tecnología correcta se puede convertir en una fuente de riqueza y de hidrógeno verde. La empresa H2-Industries, fundada en 2010, tiene un método para convertir el residuo en hidrógeno, y además hacerlo fácilmente transportable.

La autoridad portuaria de la Zona Económica del Canal de Suez (Egipto) ha dado la primera autorización a la empresa para instalar un digestor de basura orgánica para convertirla en un portador de hidrógeno orgánico líquido (LOHC). Este líquido se parece mucho al aceite empleado para transferencia de calor, cada 1.000 litros pueden almacenar hasta 57 kg de hidrógeno. Como vimos recientemente, es una tontería mover el hidrógeno en barcos, es mejor llevarlo en líquidos más fáciles de transportar.

El uso del LOHC permite usar cualquier infraestructura «del siglo XX» para transportar el hidrógeno hasta el lugar de su consumo, no requiere más presión ni almacenarlo a temperaturas fuera de lo normal. Podemos considerar el LOHC como un simple vector energético o una estantería donde se guarda el hidrógeno mediante un proceso llamado hidrogenización. Ya en destino se hace lo contrario, deshidrogenarlo, y el líquido se puede volver a reutilizar muchas veces.

En la imagen superior vemos un botecito de LOHC deshidrogenado, visualmente parecido al gasóleo, y a su derecha hidrogenado, que parece agua. Mediante este sistema, 4 millones de toneladas de basura de Egipto se pueden convertir en 300.000 kg de hidrógeno verde para uso comercial. Las instalaciones de Port Said tendrán una potencia de 1 GW y serán las primeras de su clase en el mundo.

El LOHC, por su parte, contiene carbono, por lo que también es un sistema de captura de CO2. El proceso de hidrogenación es exotérmico, por lo que se libera energía, pero ocurre al revés cuando se le retiran las moléculas de hidrógeno, hace falta un aporte externo de energía y obviamente los catalizadores adecuados. Además de la producción de hidrógeno, del LOHC se pueden extraer combustibles sintéticos tanto para automoción como para hacer volar a los aviones (SAF).

Generalizando, la tecnología propietaria de H2-Industries puede convertir diferentes biomasas -incluso plásticos no reciclables- en hidrógeno verde a la vez que se captura carbono y se elimina físicamente la basura sin más emisiones. Los responsables de la empresa aseguran que la producción de hidrógeno con este método cuesta la mitad que utilizando electrólisis a partir del agua.

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame