Dos meses de espera por una reparación. La dura realidad de los clientes de Tesla en España

Tesla se ha convertido en líder del mercado, y lo ha hecho por méritos propios. Ha apostado por la tecnología eléctrica sin ataduras y sin limitaciones, algo que les ha llevado a ser número uno en España en 2021 muy por delante de sus competidores. Pero mientras que las ventas aumentan, también lo hacen los problemas por la falta de servicios técnicos donde solucionar averías o imprevistos, a lo que ahora se suman los plazos exageradamente largos que tienen que afrontar algunos clientes.

En la red podemos encontrar testimonios de gente que ha estado semanas esperando por una luna nueva. Una rotura del cristal que es una de las reparaciones más habituales en cualquier coche pero que se vuelve una odisea para los propietarios de los modelos de Tesla.

No menos problemas tienen los que su coche les ha avisado de un fallo en la batería. En este caso como podemos ver, la espera es una locura.

Se trata de un Tesla Model 3 prácticamente nuevo, que apenas dos semanas después de ser entregado a su propietario, ha tenido un fallo que ha provocado la muerte de la batería. Un coche que entró en el taller el día 18 de marzo de este mismo año.

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La sorpresa ha llegado cuando desde el servicio técnico de Tesla se le ha dado una estimación del tiempo de espera para solucionar un problema que supone sustituir la batería. Nada menos que dos meses. Un tiempo donde además algunos clientes no podrán contar con un coche de sustitución ya que aquellos que vivan a más de 75 km de distancia del servicio técnico, solo puede disponer del mismo 10 días.

Pero si dos meses nos parecen muchos, realmente hay casos más sangrantes. Un propietario de Mallorca que ha recibido un golpe por alcance en su parte trasera ha visto como cuatro meses después de solicitar las piezas, estas todavía no han llegado.

Por desgracia se trata de una situación que parece estar afectando en mayor o menor medida a casi todas las marcas. Desde Ford a Mercedes. Un problema de suministro que en el caso de Tesla es menos justificable ya que la marca americana siempre ha presumido de producir de forma interna buena parte de sus componentes. Y las baterías, lunas o parachoques deben estar sin duda entre ellas.

Una situación delicada que se suma a la distancia que habitualmente hay entre los servicios técnicos y los clientes, muchas veces separados por cientos de kilómetros, lo que hace que cada desplazamiento suponga la pérdida de uno o dos días completos.

La conclusión es que en la actualidad a la hora de comprar un coche hay que mirar su precio, plazos de entrega, pero también saber qué plazos maneja el servicio postventa. Para de esa forma evitar sustos.