El mercado de coches eléctricos en el Reino Unido ha alcanzado tal punto de madurez que no necesita subvenciones a la compra. Es la nueva postura de los reguladores británicos, que retiran las 1.500 libras de ayuda que estaban dando a coches eléctricos. El mercado se ha multiplicado por más de 200, pasando de 1.000 unidades en 2011 a más de 100.000 de enero a mayo de este año.
Dado que uno de cada seis turismos matriculado en el Reino Unido es 100% eléctrico, los 300 millones de libras presupuestados para ayudas se van a reconducir a mejorar la red de recarga pública y a ayudar a los vehículos donde el diferencial tecnológico es más apreciable: taxis, motocicletas, furgonetas y camiones, así como sillas de ruedas impulsadas por motores eléctricos.
El comunicado del Departamento de Transporte justifica que ese es el mejor uso que se puede dar al dinero de los contribuyentes. Desde 2011 se han invertido 1.400 millones de libras para colaborar en la compra y matriculación de casi medio millón de vehículos eléctricos. Solo en marzo de este año se han matriculado más unidades que en todo 2019. Hora de retirar unas ayudas que ya se habían avisado que eran temporales.
Para la patronal automovilístia SMMT es mal momento, ya que el mercado está en general cayendo -no así los vehículos electrificados, que van a contracorriente- y es «el peor momento posible» para haber tomado esta decisión. La retirada afecta a las solicitudes a partir del martes 14, no a todos los que ya estaban en cola, y a pedidos realizados poco antes del anuncio oficial que no se hayan registrado en el sistema.
El Reino Unido será de los pocos países europeos con mercados grandes que no proporcione ayudas a turismos. También es cierto que se han ido democratizando, hace un año había 15 versiones por debajo de 32.000 libras, y ahora mismo hay 24 modelos. Las ayudas fueron fundamentales para animar a los pioneros a conducir coches eléctricos, pero ya tienen un impacto muy limitado en el mercado.
Los vehículos eléctricos van a seguir teniendo una fiscalidad favorable. Están exentos del impuesto de circulación anual (vehicle excise duty) en el primer y siguientes ejercicios, así como una rebaja en el impuesto a coches de empresa. Esto permite un ahorro medio de 2.000 libras al año, al cambio casi 2.340 euros. Lo que ha pasado en el Reino Unido pasará en más países, ya no porque se agoten los fondos (como en Holanda), sino porque el grifo del dinero público se cierre adrede.