Aunque hace más de una década que existen vehículos con baterías de sodio, como las Zebra de níquel-cloruro de sodio o las baterías de sodio fundido, es una tecnología que ha estado en constante evolución. Ahora parece que esta ha podido llegar a un punto tecnológico clave que le permitan convertirse en una alternativa más económica a las baterías de iones de litio convencionales.
¿Cuáles son las características de las baterías de ion-sodio? El sodio es un metal alcalino, como el litio, y su química es muy similar, hasta el momento sus prestaciones no son tan elevadas como las de las baterías de ion-litio. Sin embargo es una opción muy a tener en cuenta y son muchos los grupos de investigación y empresas buscando la receta adecuada.
La importancia de estas baterías no está en su energía especifica ni en su capacidad, se trata del precio de almacenamiento, los euros que cuesta el kWh, lo que marca la diferencia. El sodio es uno de los elementos más comunes en la tierra. Está en la sal común de cocina y es abundante en los océanos. Su obtención es sencilla y barata, pudiendo reducir a un tercio el precio de una batería de litio. Otra ventaja de usar sodio es que es más estable, menos tóxico y más fácil de reciclar que el litio. Y mirando las primeras prestaciones de estas baterías todo parece esperanzador.