Esta tecnología solar invisible se adapta a tejas, pavimentos y fachadas para producir electricidad

Esta tecnología solar invisible se adapta a tejas, pavimentos y fachadas para producir electricidad
La tecnología Invisible Solar de Dyaqua es aplicable a varios materiales.

5 min. lectura

Publicado: 07/12/2022 11:44

Dyaqua ha creado un módulo solar invisible con capacidad para generar electricidad en cualquier material, ya sea tejado, fachada o pavimento. El objetivo es proporcionar a los edificios históricos un modo de ser energéticamente sostenibles sin alterar su estética.

«Un cuerpo único e indivisible, con la máxima resistencia, oculta y protege las células fotovoltaicas en su interior». Así presenta la empresa italiana Dyaqua su nueva tecnología para la producción de electricidad con ayuda de la energía solar.

Actualmente, la industria fotovoltaica se ha centrado casi por completo en mejorar el rendimiento energético y la durabilidad de los paneles solares de silicio. Pero estos no suelen ser demasiado estéticos y eso plantea un problema en determinados casos. Por ejemplo el de los edificios históricos, en los que respetar las formas y diseños originales es primordial para la conservación del patrimonio cultural.

No es la primera vez que te hablamos de materiales dotados de tecnología fotovoltaica como es el caso de las tejas de Paxos o las baldosas de Platio Solar, pero la compañía italiana Dyaqua ha llegado aún más lejos.

Cómo funciona Invisible Solar

En concreto, Dyaqua ha ideado un modo de incorporar un módulo fotovoltaico a diversos materiales de construcción, de manera que dicho módulo es completamente invisible y queda protegido.

El ejemplo más claro de ello es la teja solar, que consta de dos piezas de arcilla. Sobre la inferior se fijan los módulos fotovoltaicos y los conectores, mientras que la superior sirve de tapa protectora. Lo verdaderamente excepcional es que esta permite el paso de los rayos solares para que las células fotovoltaicas los capten y produzcan electricidad.

La teja con tecnología Invisible Solar guarda módulos fotovoltaicos en su interior.

¿Cómo lo consigue? Gracias a módulos de baja densidad molecular elaborados con compuestos poliméricos no tóxicos y reciclables, que son muy propensos a la absorción de fotones. En el interior del módulo se incorporan células estándar de silicio monocristalino. A pesar de que la superficie es opaca a la vista, es traslúcida a los rayos del sol, permitiendo que la luz entre y alimente las células.

Esta tecnología es, además, aplicable a numerosos materiales: terracota, piedra, hormigón y madera. A consecuencia de ello, es posible instalar módulos fotovoltaicos invisibles en tejados, fachadas y pavimentos.

Las primeras tejas Invisible Solar ya se están produciendo

La tecnología desarrollada por Dyaqua no es un estudio teórico ni un experimento. De hecho, en 2015 Invisible Solar fue mencionada por el Ministerio italiano de Patrimonio Cultural y Actividades y Turismo (MiBACT) como solución para mejorar la eficiencia energética en el patrimonio cultural.

Actualmente, ya se produce la teja solar para su aplicación en diversos edificios, mientras que en otros materiales se sigue en fase de desarrollo y análisis con prototipos.

La Casa de los Vetti, en Pompeya, produce energía renovable con las tejas de Dyaqua.

Las tejas solares invisibles son productos artesanales. Esto significa que los suministros reúnen módulos que son muy similares pero nunca idénticos entre sí. Estas ligeras diferencias crean un efecto más realista, especialmente adecuado para bienes patrimoniales.

Según informa Dyaqua, el objetivo es aumentar la línea de producción de manera progresiva hasta que se alcancen todas las mejoras necesarias y garantizar la mejor relación entre calidad, precio y tiempo de producción. Por esa razón, las tejas solares invisibles se fabrican bajo pedido y los periodos de entrega son relativamente elevados.

La primera instalación que recibió las tejas solares de Dyaqua se sitúa en el Parque Arqueológico de Pompeya, concretamente en la famosa Casa de los Vettii, que produce energía renovable desde 2018. Esta edificación se construyó originalmente en el Siglo I antes de Cristo.