Enagás y Snam valoran un gasoducto entre España e Italia que podrá transportar hidrógeno verde

Enagás y Snam valoran un gasoducto entre España e Italia que podrá transportar hidrógeno verde
Gasoducto de gas natural

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Publicado: 24/05/2022 12:01

Debido a la invasión de Ucrania, Europa busca desengancharse a toda velocidad de las energías fósiles de Rusia para dejar de financiar el conflicto y castigar a la potencia agresora. Lo importante es dejar de consumir gas natural y reemplazarlo por hidrógeno verde, pero lo urgente es dejar de importarlo de Rusia, así que hay que traerlo desde otros países. En ese sentido, España es un actor fundamental en Europa en su condición de isla energética.

Enagás y el grupo gasista italiano Snam están estudiando la viabilidad de una infraestructura de transporte de gas natural entre España e Italia, dado el gran potencial de España como puerto de recepción de buques metaneros con GNL y canalizador del gas hacia Europa. Por otro lado, España está conectada a Marruecos con un gasoducto y a Argelia con otro. Todas esas canalizaciones serán aptas en el futuro para transportar hidrógeno.

El director general de Snam, Stefano Venier, anunció en la conferencia de resultados del primer trimeste que el gasoducto España-Italia, de aprobarse, tendría una capacidad de transporte de 30.000 millones de metros cúbicos anuales. El gasoducto utilizará la ruta más evidente, por alta mar, evitando los problemáticos Pirineos, entre Barcelona y Génova. El estudio de viabilidad llevará entre tres y cuatro meses.

Mapa de los gasoductos de Europa – El Orden Mundial – CC BY-NC-ND

Por otra parte, se estudia relanzar el proyecto Midcat, para transportar GNL hasta Francia desde Cataluña, un gasoducto con una capacidad de 7.300-8.000 millones de metros cúbicos anuales. Este gasoducto está parado por razones políticas en ambos lados de la frontera. Tendría una longitud de 190 kilómetros y podría aportar el 5% del volumen de gas que se importa desde Rusia. En El Orden Mundial podéis ver el estado de la red europea de gasoductos; el nuevo gasoducto no figura en el mapa.

Pese a todos los movimientos que se están haciendo, se prevé un otoño e invierno difícil en Europa por la tensión con Rusia. Algunos países ya han dejado de recibir gas ruso por negarse a pagarlo en rublos, o por haber diversificado sus importaciones. Sin embargo, otros países no pueden hacer ni una cosa ni la otra sin posibles racionamientos o aumentos notables del precio del gas. La producción a gran escala de hidrógeno verde es todavía una posibilidad lejana.

Alguno pensará que no tiene sentido invertir en nuevas infraestructuras de gas natural siendo una energía que acabaremos dejando de usar, teniendo el precedente del Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania, que no se ha llegado a usar. La respuesta está en el hidrógeno verde, el combustible del futuro seguirá necesitando canalizaciones para su transporte, así que la infraestructura se podrá -deberá- adaptar al cambio. Bruselas ve con buenos ojos que aumenten las interconexiones entre España y los países de su entorno para avanzar en la independencia energética de la Unión Europea.

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