¿Va a caer la demanda de coches? Algunos CEO lo están viendo

De momento, las cifras de ventas no indican lo contrario en lo relativo a los coches eléctricos. En el mes de junio se marcó otro récord de ventas, incluyendo los híbridos enchufables, unas 913.000 unidades en todo el mundo. Sin embargo, las ventas actuales no corresponden necesariamente a la demanda actual, ya que algunas ventas son órdenes de hace meses.

Algunos directivos empiezan a vislumbrar una contención en el consumo, porque los libros de pedidos van adelgazando en algunos mercados a medida que las fábricas les van dando salida, y no entran tantos pedidos nuevos, luego los tiempos de entrega se van acortando. Esto, que a priori es bueno para el consumidor, es un signo de alerta. El aumento de la inflación tiene un impacto en la demanda en algún momento.

Hoy mismo, el CEO de BMW Group, Oliver Zipse, ha dicho respecto a Europa que «los nuevos pedidos están cayendo». A una conclusión similar llegó el CFO de Volkswagen AG en la presentación de resultados del segundo trimestre: «la demanda está bajando». Otros fabricantes no notan la caída de demanda, pero estos descensos empiezan a ser significativos. No pasará nada mientras los libros estén ocupados durante meses. Después…

Los bancos centrales han reaccionado a la inflación mediante la subida de los tipos de interés, lo cual dificulta el acceso a bienes caros si han de financiarse, y los coches están últimamente escandalosamente caros. Tanto, que algunos fabricantes empiezan a decir con la boca pequeña que se han pasado con los precios. Elon Musk, CEO de Tesla, habló de «precios que dan vergüenza», y el director financiero de Ford habló de volver a ofrecer descuentos e incentivos.

Vaya, parece que la gallina de los huevos de oro empieza a fallar. Los fabricantes se habían sentido cómodos trasladando a la clientela no solamente el aumento de los costes energéticos y de suministro, también un mordisquito extra en forma de margen extra. La competencia en algunos sectores ha bajado a niveles impresionantemente bajos, y el consumidor puede eledir entre comprar coches caros, comprar coches usados un poco menos caros, o tirar con lo que tiene.

La confianza del consumidor está empeorando por la inflación y que no hay signos de que vaya a amainar rápidamente

Un informe del Instituto Ifo de Investigación Económica de Alemania (Ifo) fechado hoy habla de un empeoramiento de la situación de los fabricantes alemanes. Uno de sus directores, Oliver Falck, comentó: «Parece que los fabricantes de automóviles se han quedado sin opciones para trasladar los crecientes costes de los materiales a los consumidores». Eso afectará a cualquier tipo de coche.

Carlos Tavares, CEO de Stellantis, ha reconocido que no se pueden trasladar los costes crecientes a los precios de forma indefinida. Los coches eléctricos demuestran de momento una mayor resiliencia ante las expectativas de ventas menguantes, pero puede que veamos ralentizaciones en su ritmo de crecimiento. Es más, existe la posibilidad de que la oferta alcance a la demanda, y en ese momento podremos juzgar con justicia cuán grande es o cuán grande creíamos que era.

Vía | Automotive News