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Este estudio revela que los coches eléctricos se incendian mucho menos que los de gasolina

Se ha instaurado en la creencia popular que los vehículos eléctricos tienen una mayor tendencia al incendio que los provistos de motor de combustión. Sin embargo, un estudio realizado en Suecia afirma lo contrario.

En los últimos años, los vehículos eléctricos han ganado popularidad y se han convertido en una alternativa cada vez más atractiva a los vehículos de combustión interna tradicionales.

Sin embargo, su auge debe todavía superar algunas barreras y ciertas creencias no contribuyen a ello. Por ejemplo, existe una creencia arraigada en la sociedad de que los vehículos eléctricos son inherentemente peligrosos debido a la posibilidad de incendios en sus sistemas de baterías. Y es indudable que los incendios automotrices son una preocupación seria y legítima.

Sin embargo, el enfoque excesivo en los vehículos eléctricos como propensos a sufrir incendios puede ser engañoso. La creencia se basa en la idea de que las baterías de iones de litio, utilizadas en los vehículos eléctricos, son intrínsecamente inseguras y tienen más probabilidades de incendiarse en comparación con los combustibles fósiles utilizados en los vehículos de combustión interna.

La realidad es muy diferente, al menos según los resultados del estudio realizado en Suecia y que recopila los incendios en vehículos de todo tipo surgidos en el país nórdico entre 2018 y 2022.

Qué dice el estudio de incendios en vehículos

El estudio ha sido realizado por la Agencia Noruega de Seguridad Social y Preparación para Emergencias (MSB).

El mismo revela que, durante el año 2022, se registraron un total de 106 incendios en diversos medios de transporte eléctricos, tanto en aquellos que funcionan completamente con energía eléctrica como en aquellos que lo hacen parcialmente.

Es un error considerar que los coches eléctricos son peligrosos. Imagen: Freepik

La mayoría de estos incendios ocurrieron en patinetes eléctricos, con 38 casos, seguidos de turismos con 23 casos y bicicletas eléctricas con 20 casos. Mientras tanto, los incendios en hoverboards han disminuido en los últimos años, pero se ha observado un aumento en los patinetes eléctricos.

Además, se incluyeron en la recopilación de datos los incendios en camiones y autobuses que utilizan energía eléctrica, ya sea en su totalidad o en parte. Sin embargo, la mayoría de los camiones y autobuses todavía funcionan con diésel, según Ulf Bergholm, gerente de la unidad de aprendizaje de accidentes de la MSB.

En cuanto a los coches eléctricos, se ha observado un promedio de alrededor de 20 incendios al año en los últimos tres años, a pesar de que el número de coches eléctricos en circulación casi se ha duplicado hasta llegar a casi 611.000.

En comparación, hay casi 4,4 millones de coches propulsados por otros combustibles. Durante ese mismo período, aproximadamente 3400 automóviles, independientemente del combustible utilizado, se vieron involucrados en incendios.

Si se examina el número de incendios por vehículo y se compara por tipo de combustible, todavía hay más casos de incendios en turismos propulsados por combustibles fósiles que en aquellos propulsados total o parcialmente por baterías de iones de litio.

Dicha conclusión se basa en que aproximadamente el 0,004 % de todos los coches eléctricos e híbridos enchufables en Suecia se incendiaron. Paralelamente, alrededor del 0,08 % de los automóviles que funcionan completamente con combustibles fósiles se incendiaron, y eso también incluye los incendios provocados.

Para obtener más información sobre el número de incendios en diferentes tipos de vehículos y conocer más detalles sobre estos incidentes, se puede consultar el resumen de incendios en vehículos eléctricos, el cual incluye los datos recopilados por la MSB a partir de informes de servicios de rescate entre los años 2018 y 2022.

Conclusiones

De estos y otros datos puede concluirse que los incendios en vehículos eléctricos son eventos poco frecuentes. A esto contribuye el hecho de que la tecnología de las baterías ha mejorado significativamente en términos de seguridad, y los fabricantes han implementado medidas de protección adicionales para minimizar los riesgos.

Además, los vehículos eléctricos están equipados con sistemas avanzados de gestión de baterías, que incluyen sistemas de refrigeración, protección contra cortocircuitos y monitorización continua de la temperatura. Estos sistemas están diseñados para detectar y mitigar cualquier problema potencial antes de que se convierta en una situación de riesgo.

Lo que tampoco se puede negar es que, una vez que un vehículo eléctrico provisto de baterías de litio se incendia, este se vuelve intenso y prolongado, incrementando el peligro potencial del mismo. De ahí que tanto la industria como la comunidad científica trabajen en nuevas tecnologías que reduzcan o extingan el riesgo de incendio. Un ejemplo de ello son las baterías de estado sólido.

Los incendios de los coches eléctricos son mucho más difíciles de apagar a consecuencia de las baterías.

Independientemente de ello, es un hecho que cualquier vehículo, sea del tipo que sea, tiene la posibilidad de sufrir un incendio. Por lo tanto, es fundamental seguir las pautas de seguridad establecidas por los fabricantes y recibir un mantenimiento adecuado para garantizar la seguridad en la conducción.

A medida que la transición hacia la movilidad eléctrica continúa acelerándose, es esencial desmitificar las preocupaciones infundadas y promover un diálogo basado en datos y hechos.

Y estos avalan la afirmación de que los vehículos eléctricos representan una alternativa prometedora y segura para el transporte, y comprender la realidad de su seguridad es fundamental para adoptar decisiones informadas y fomentar una transición exitosa hacia un futuro más sostenible en la industria automotriz.

Más información | DN.se

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