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«Los planes españoles para descarbonizar camiones y barcos están equivocados», asegura T&E. ¿Cuál es la alternativa?

Uno de los documentos ‘maestros’ del Gobierno de España que marca su estrategia de descarbonización para los próximos años es el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), el cual ha sido revisado en este 2023 para incrementar sus ambiciones de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 32% para el 2030.

Este plan climático incluye, cómo no, el transporte. Llevamos ya tiempo diciendo que en lo que respecta a coches eléctricos, España está todavía lejos de lo que se está logrando a nivel europeo. Ahora, Transport & Environment pone el foco en otro punto importante que está relacionado con el transporte pesado y con el transporte marítimo.

La electrificación debe estar presente en los futuros camiones y barcos, asegura Transport & Environment. Foto: Freepik

Una estrategia «equivocada»

El PNIEC español apuesta por el gas natural licuado (GNL) y por el biometano para descarbonizar estos dos tipos de transporte. Sin embargo, T&E asegura que estos son «combustibles perjudiciales para el clima» y pide que se rectifiquen algunas de las polémicas más problemáticas de este plan.

«El uso de biometano para el transporte por carretera es problemático, ya que los residuos urbanos para su producción son insuficientes e inducen al uso de cultivos con riesgo de deforestación», asegura T&E al respecto de los planes de alimentar parte de la flota de camiones en España con el biometano, un gas renovable que se obtiene a partir del biogás.

Según los datos compartidos por la organización, en España se matricularon hasta 600 camiones impulsados por gas en 2021, una cifra que aumentaría todavía más si el Gobierno sigue incluyendo dicho combustible en sus planes climáticos. ¿La alternativa propuesta por T&E?: «El Gobierno debería aspirar a electrificar todos los camiones, autobuses y autocares, ya que ofrece una alternativa mucho más prometedora para reducir las emisiones».

En lo que respecta al transporte marítimo, T&E asegura que el plan español está relacionado con el mencionado GNL, algo para lo que sería necesario en un primer momento que los puertos deban construir infraestructuras dedicadas a este tipo de combustible. Los barcos alimentados por este gas emiten más CO2 que los convencionales, según la organización, que propone usar «combustibles verdes como el electroamoniaco y electrometanol, con una huella de carbono mucho menor».

Carlos Rico, ‘policy officer’ de T&E en España, habla claro sobre este tema: «Hay consenso científico y normativo en que estas tecnologías son las vías más adecuadas para sanear estos sectores contaminantes. En lugar del GNL y los biocombustibles, que son perjudiciales para el clima, el Gobierno debería acelerar la adopción de camiones eléctricos y combustibles ecológicos para los barcos».

Desde Transport & Environment siguen proponiendo objetivos más ambiciosos para que España pueda cumplir al final de la década con sus objetivos de descarbonización. En lo que a coches eléctricos se refiere, nuestro país ha matriculado tan solo un 5% de coches eléctricos durante el primer semestre del año, frente al 13% en la UE. Según sus previsiones, en 2030 la cuota de mercado de los coches eléctricos será ‘solo’ del 48%, cuando debería ser del 80%.

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Algunas propuestas están claras: más incentivos fiscales para la adquisición de coches eléctricos, objetivos vinculantes de cero emisiones para todos los vehículos de empresa nuevos de aquí al final de la presente década, así como la introducción de un plan de leasing social, al más puro estilo de lo que Francia inaugurará en 2024, con coches eléctricos para las rentas más bajas por 100 euros al mes.

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