Ni Volkswagen, ni BMW, ni Audi ni Mercedes. Los coches eléctricos alemanes fracasan en China
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Publicado: 22/02/2023 14:57
Según un análisis recogido por el diario germano Handelsblatt, los coches eléctricos de los fabricantes alemanes tuvieron un resultado de ventas muy pobre en China el pasado año. El principal mercado mundial de este tipo de vehículos por número de ventas, 5.67 millones de unidades en 2022, donde las marcas occidentales no han logrado hacerse un hueco.
Volkswagen, segundo fabricante mundial el pasado año, logró una cuota de mercado de ventas de coches eléctricos del 2,4% en China en 2022, mientras que BMW, Mercedes y Audi con el 0,8; 0,3 y 0,1%, se han quedado incluso por detrás no llegando ninguno de ellos al 1%.
Del total de 5,7 millones de coches eléctricos registrados en China el pasado ejercicio, apenas 200.000 unidades eran de marcas alemanas y de estas, el 40% han correspondido a un único modelo, el Volkswagen ID.4. La mayoría de los coches eléctricos vendidos procedían de fabricantes locales, como BYD, o por parte de Tesla.
Los datos son demoledores y en el caso de Tesla, esta ha vendido más unidades del Model Y en China que todos los fabricantes alemanes juntos, siendo su cuota de mercado del 7,8%.
No es un problema nuevo, y ya desde el inicio de las ventas de coches eléctricos, los fabricantes alemanes han tenido problemas para vender cantidades significativas en China. Algo que choca con la otra realidad, los coches con motor de combustión, que todavía gozan de una gran reputación y buenas ventas en este mercado.
Opinión: las razones de las bajas ventas de coches eléctricos europeos en China
Las razones pueden estar cimentadas en varios puntos. Entre ellos sin duda está la irrupción de las marcas locales, que han invertido ingentes cantidades de dinero, en grandes cantidades dinero público, en el desarrollo tanto de marcas, como de productos, pero también han apostado fuerte desde el minuto uno por el software y las baterías.
En el otro lado encontramos a unas marcas occidentales que se han limitado a ensamblar a mala gana coches eléctricos con software de terceras empresas, y dependiendo siempre del suministro de componentes críticos no sólo para el funcionamiento del vehículo, sino para su coste final. Motores, inversores, semi-conductores, baterías…
Una política conservadora pensada para cumplir con las cuotas de ventas que exige el gobierno chino, que ha permitido a las marcas locales desarrollar una oferta apabullante que no sólo les permite copar los listados de ventas, sino que además les dota de potencial para expandirse internacionalmente para lanzarse a la conquista de otros mercados más rentables, como Europa o Estados Unidos.
¿Y qué harán las marcas europeas? Esperar un milagro en forma de baterías con electrolito sólido o similar, que les permita dentro de dos o tres años poner en el mercado productos que les otorguen el elevado margen de beneficio que logran con los motores de combustión. Un tiempo donde podrán ver como después de perder China, también perderán occidente.