El Ford Puma eléctrico llegará en 2024 con 350 km de autonomía y un precio de 36.000 euros

Ford prepara el lanzamiento en Europa de una versión eléctrica del SUV compacto Puma. Un modelo de gran aceptación que el próximo año contará con una variante 100% eléctrica de la que ahora conocemos más detalles.

Este será el tercer coche eléctrico de Ford para Europa, después del Mustang y el próximo Explorer, y según informa Autobild, no usará una plataforma dedicada sino la arquitectura «Global B» de Ford, que con toda probabilidad se actualizará a una «plataforma multienergía».

Este modelo comparte plataforma y características técnicas con la furgoneta E-Transit Courier, por lo que es de esperar que ambos vehículos tendrán especificaciones similares.

El objetivo es una autonomía bajo el estándar WLTP de unos 350 kilómetros, según informaciones de Autobild, lo que nos indica que Ford instalará una batería en torno a los 50 kWh. Unas cifras algo modestas que no permitirán destacar al Puma en el aspecto mecánico.

Esto quiere decir que Ford apostará fuerte por la estética para convencer a los clientes. El Puma eléctrico será muy similar al restyling del Puma térmico, que verá la luz en 2023 y contará con novedades como unos grupos ópticos ligeramente rediseñados. La principal diferencia entre ambos será el empleo de una calandra completamente cegada, si bien otros elementos como los paragolpes o las llantas también serán específicos y permitirán mejorar el coeficiente aerodinámico del vehículo.

Sobre el precio, aunque todavía falta bastante para su llegada, las informaciones lo sitúan en torno a los 36.000 euros. Un coste que Ford intentará convertir en rentable gracias a una producción que se realizará en Rumania, y que tiene como reto enfrentarse a los cada vez más competitivos grupos chinos.

De momento, el Puma eléctrico será el coche eléctrico más pequeño de la gama Ford, y todo hace indicar que el Fiesta no ocupará ese espacio ya que la versión con motor de combustión se está eliminando gradualmente de todos los mercados en favor de los SUV.

Una llegada que podría solaparse con la de un Explorer que estaba previsto comenzase sus ventas este año, pero que se ha retrasado seis meses, posiblemente por algún ajuste en la elección o el suministrador de las baterías.