El acoso a los propietarios de la Cybertruck les lleva a devolver la camioneta, pero Tesla no se la recompra
En las últimas semanas, estamos viendo como las cosas en Tesla se están desmadrando. La situación era complicada después del apoyo de Elon Musk a Trump. Un negacionista del cambio climático y del coche eléctrico. Luego se pusieron peores con el apoyo del propio Musk a partidos de extrema derecha en Europa. Pero lo que ha sido la gota que ha colmado el vaso ha sido el gesto con el brazo durante la toma de posesión de Trump. Algo que ha provocado una oleada de protestas y de acoso a muchos propietarios.
Por supuesto, no hace falta decirlo, pero estas acciones contra los propietarios no tienen ninguna justificación. Se puede protestar contra la posición de Musk, pero los clientes que adquieren sus productos nada tienen que ver con esto. Algo que muchos no entienden, y que está provocando situaciones muy desagradables.
Hemos visto como se vandalizaban coches con la pintura de una esvástica, carteles en las tiendas e incluso, la proyección en la fábrica de Tesla en Alemania de la imagen de Musk haciendo el saludo con el brazo estirado, y con la palabra «Heil» a su lado.
Pero la cosa se está volviendo personal en algunos lugares. Es el caso del propietario de una Cybertruck de Massachusetts, que ha denunciado en los medios el acoso que están viviendo en los últimos días, con gente sacándole el dedo corazón para hacer un gesto despectivo.
También le han puesto una pegatina en la zona trasera con el mensaje «Nazis fuck off». Pero todo esto se queda en nada comparado con una situación realmente escalofriante, cuando un vehículo les cortó el paso cuando circulaba con sus hijas. De este se bajaron tres personas que le hicieron el gesto del dedo.
A la vista de la situación, y de que su camioneta, que además está personalizada con un llamativo color dorado, decidieron acudir a Tesla para devolverla y hacer un cambio por otro de sus modelos. Pero desde Tesla se les indicó que en estos momentos no estaban recogiendo Cybertrucks, por lo que están atrapados, con la única opción de intentar venderla en el mercado de ocasión. Pero tal como están las cosas, puede ser algo intimidante poner un anuncio y poner una cita con un extraño.
Está claro que los clientes no tienen la culpa de las acciones de los directivos, pero en este caso parece que están más cerca que nunca las decisiones del máximo responsable y los efectos sobre su empresa, que están pagando también los usuarios de forma indirecta.
Por supuesto, estás en tu derecho de comprar o no un producto de Tesla, o protestar todo lo que quieras, pero no parece de recibo cargar contra los clientes que si deciden, o hayan decidido antes de toda esta locura, que no tienen culpa de nada.
Fuente | CBS News
