
Protestas, vandalismo y boicot: el año más difícil para Tesla
Tesla ha sido excluida del Salón del Automóvil de Vancouver debido a las preocupaciones de que haya altercados debido a la tensa situación política entre Estados Unidos y Canadá, y la polarización de la figura de Elon Musk.

El Salón Internacional del Automóvil de Vancouver, que se celebra esta semana, ha tomado la decisión de excluir a Tesla de su lista de expositores debido a preocupaciones de seguridad. El director ejecutivo del evento, Eric Nicholl, anunció que se exigió a la compañía que se retirara para garantizar la seguridad de los trabajadores, asistentes y otros expositores. Nicholl señaló que Tesla tuvo múltiples oportunidades para retirarse voluntariamente antes de que se tomara esta decisión.
Según la prensa local, esta medida se produce tras una serie de protestas denominadas «Tesla Takedown» que tuvieron lugar recientemente en ciudades como Ottawa y Vancouver. Los manifestantes expresaron su descontento con Elon Musk, debido a su papel como asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuyas declaraciones sobre convertir a Canadá en el estado 51, así como la imposición de fuertes aranceles, han generado indignación entre los canadienses.
Durante el fin de semana, alrededor de dos docenas de manifestantes se congregaron frente a una de las tiendas de Tesla en Surrey, Columbia Británica, portando pancartas con mensajes como «Elon vete» y «La democracia muere en la apatía».

Según los organizadores, dada la tensión actual, era prudente evitar posibles actos de vandalismo o confrontaciones en el evento.
Estas protestas se están intensificando, y, según la prensa local, los activistas están organizando una protesta frente a otra tienda de Tesla en Langley, Columbia Británica, para el próximo fin de semana, que forma parte de una amplia acción de protesta nacional.
Además de la exclusión de Tesla, la empresa también ha sido afectada por otras medidas en Canadá. Recientemente, BC Hydro, la empresa de electricidad de Columbia Británica, eliminó los productos de Tesla de su programa de ayudas a la compra de coches eléctricos.

Esta decisión forma parte de una iniciativa del gobierno provincial para dar preferencia a los productos canadienses y excluir, en la medida de lo posible, a los estadounidenses de los incentivos, en medio de las tensiones comerciales entre Canadá y Estados Unidos.
Desde el gobierno canadiense se está estudiando la imposición de aranceles del 100% a los coches eléctricos que llegan desde Estados Unidos, lo que sería un duro golpe para una Tesla que aglutina buena parte de la cuota de ventas.
El Salón Internacional del Automóvil de Vancouver, que comenzó el miércoles, es uno de los eventos más destacados del sector automotriz en Canadá, con más de 100.000 visitantes.
La exclusión de Tesla ha generado diversas reacciones entre los asistentes y la industria en general. Mientras algunos apoyan la medida como una acción necesaria para garantizar la seguridad y expresar descontento con las políticas de Musk, otros consideran que la ausencia de Tesla podría restar atractivo al evento, dado el papel destacado de Tesla en la popularización del coche eléctrico.
Este incidente pone de manifiesto cómo las decisiones y acciones de Elon Musk pueden tener repercusiones significativas en la percepción pública y en la participación de sus empresas en eventos internacionales, algo que no parece ser una buena noticia para una marca que está viendo como su imagen, y su valor en bolsa, se derrumban.