
La Tesla Cybertruck es uno de los grandes fracasos de la industria automovilística de las ultimas décadas
La Tesla Cybertruck se ha convertido en todo un símbolo de la mala gestión de un Elon Musk que soñaba con millones de entregas, y que está viendo como apenas se logran decenas de miles de matriculaciones al año.

La lista de grandes fracasos en la industria del automóvil es larga y conocida, encabezada por desastres como el Edsel de Ford, el explosivo Pinto, el Renault Vel Satis, Peugeot 1007 e incluso el mítico Delorean DMC-12, convertido en icono por su papel en “Regreso al futuro”. Modelos que fracasaron y que, en algún caso, llevó a la marca a la quiebra. Una lista a la que se está sumando un capricho de Elon Musk, la Tesla Cybertruck.
Tras poco más de un año en el mercado, las ventas de este mastodonte de 3.000 kilos están muy por debajo de lo que Musk había pronosticado. Su mala reputación en cuanto a calidad —con ocho llamadas a revisión en 13 meses, la última por paneles de carrocería que se desprenden— y su diseño polarizante lo han convertido en blanco de todas las críticas.
A diferencia de otros fracasos automovilísticos que simplemente eran feos o se vendieron mal, la Cybertruck también se ha convertido en símbolo de las protestas contra Tesla, alimentadas por los despidos masivos en la administración, su obsesión con DOGE y la cercanía de Musk con la política MAGA de Trump.

Si nos fijamos únicamente en las ventas, la Cybertruck lo está haciendo incluso peor que el Ford Edsel, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de desastre comercial. Ford aspiraba a vender 200.000 unidades al año desde su lanzamiento en 1958, pero apenas alcanzó las 63.000 unidades. En 1959 las ventas se desplomaron y la marca desapareció en 1960.
Elon Musk predijo unas 250.000 ventas al año para la Cybertruck. En 2024, su primer año completo a la venta, Tesla apenas rozó las 40.000 unidades. Y todo apunta a que el volumen no crecerá este año, ya que las ventas cayeron en enero y febrero.
Las ventas globales de Tesla también se han desplomado: en el primer trimestre de 2025, las entregas bajaron un 13%, con 337.000 unidades, lejos de las 408.000 previstas. La empresa no desglosa las cifras del Cybertruck, que agrupa con los modelos S y X. Aun así, está claro que las ventas del Cybertruck se vieron afectadas por las llamadas a revisión.

Este parón trimestral deja en evidencia que los resultados del Cybertruck están muy lejos del optimismo de Musk, que incluso publicitaba una falsa lista de espera.
Según Musk en 2023: «La demanda es descomunal» justo antes de las primeras entregas. «Tenemos más de un millón de reservas«.
En previsión de ese boom, Tesla incluso modificó su Gigafábrica de Texas para producir hasta 250.000 unidades anuales. Una inversión difícil de recuperar.
“No solo dijeron que querían vender mucho. Se prepararon para ello”, explica Glenn Mercer, analista de GM Automotive. Pero asumieron una demanda masiva que nunca llegó. Y tampoco calcularon bien los obstáculos. La Cybertruck, con su tamaño descomunal, no cumple las normativas de seguridad peatonal de muchos países, lo que dificulta su exportación.
“No han vendido mucho y es improbable que los mercados extranjeros los salven, ni siquiera China, que ha sido clave para Tesla”, señala Mercer. “Este producto está limitado a Norteamérica”. Una losa muy importante que le impide diversificar.
Protestas frente a Tesla y la Cybertruck como símbolo

Más de una década antes de su producción, Musk ya hablaba de fabricar una pickup eléctrica. Pero cuando desveló el diseño, dejó claro que no quería algo convencional, ni siquiera un guiño a las formas clásicas del segmento, como hizo Rivian con su R1T.
“Las pickups llevan siendo iguales desde hace 100 años”, dijo Musk. Y el Cybertruck “no se parece a nada”.
En esa misma época, Musk declaró orgulloso en una conferencia: “No hago ninguna investigación de mercado”.
Esa frase podría ser el eslogan del Cybertruck. “El fracaso de la Cybertruck es, sobre todo, una falta de empatía”, afirma Eric Noble. “Desde la configuración de la caja y la cabina hasta su rendimiento, no se ajusta en nada a las expectativas del comprador de una pickup”.
El diseño responde a dos factores, según una fuente cercana al proceso de desarrollo. Uno: la obsesión de Musk con el estilo de ciencia ficción. Dos: evitar el uso de pintura.

Al no pintar los vehículos, Tesla evitaba construir una planta de pintura de 200 millones de dólares y los trámites medioambientales asociados. Pero el uso de acero inoxidable supuso enormes retos técnicos.
“Se frotaban las manos por ahorrarse los 200 millones, pero probablemente se han gastado eso mismo en lograr que el acero inoxidable funcionase”, resume Mercer.
La Cybertruck costó unos 900 millones de dólares en desarrollo y fabricación, incluyendo herramientas específicas para producirlo en Austin. A diferencia del resto de modelos de Tesla, no comparte plataforma con otros productos de la marca.
“No hay ningún desarrollo tecnológico que pueda trasladarse a otros modelos. Y la planta que lo fabrica no sirve para otros vehículos. Es una inversión sin retorno”, explica Mercer.
Desde mal augurio a meme viral

La Cybertruck nació gafada. En su presentación en noviembre de 2019, Musk intentó demostrar que el cristal “blindado” era irrompible. El resultado fue que una bola de acero rompió dos ventanas.
“Oh, Dios mío”, dijo Musk avergonzado. “Lo arreglaremos en postproducción”.
Y luego vino el precio. Musk prometió una versión básica con 400 km de autonomía por 39.900 dólares. El precio real: 72.490 dólares como base, o 82.235 con impuestos, antes de una ayuda fiscal de 7.500 dólares que Trump ha prometido eliminar. El modelo más caro, el “Cyberbeast”, cuesta más de 105.000 dólares y no opta a esa ayuda.
Aunque Tesla no ha lanzado la versión económica que prometió en 2019, los valores de reventa se han desplomado. Según Jalopnik, ya se pueden encontrar unidades seminuevas por menos de 70.000 dólares, aunque el riesgo de sufrir vandalismo está hundiendo los precios. Algo a lo que no ayuda el stock que acumula la marca incapaz de encontrar compradores.
Al final, la Cybertruck ha sido un fracaso por culpa de un Elon Musk que ha ignorado las razones por las que la gente compra pickups: cargar cosas y moverse con soltura fuera del asfalto. No hace bien ninguna de esas cosas, como demuestran las duras críticas, los vídeos virales de fallos y un subreddit llamado “CyberStuck” con 280.000 miembros. A eso se suman vídeos de Cybertrucks remolcados por Ford F-150 o Chevrolet Silverado, lo que añade una buena dosis de humillación.
“Si hay algo que las tres grandes de Detroit saben hacer, son pickups grandes con compradores extremadamente fieles”, sentencia Mercer. “Y Musk lanzó el Cybertruck en el segmento más difícil de todos, y lo hizo de la forma más torpe y menos acertada posible.”