
Ni la batería ni el software, la revolución que traerá Mercedes-AMG a los coches eléctricos será su motor de flujo axial
Ya queda menos para que los primeros superdeportivos eléctricos desarrollados por Mercedes-AMG se hagan realidad. Todos ellos llegarán con una novedad importantísima para el sector en términos de producción a gran escala, los motores de flujo axial.

Mercedes-Benz nos ha tenido acostumbrados en los últimos años a presentar nuevos coches con un claro componente eléctrico, aunque con varios vaivenes en su estrategia. Sin embargo, su división de vehículos deportivos AMG todavía no se ha estrenado con un superdeportivo propio 100% eléctrico. Eso está a punto de cumplirse, ya que los alemanes están muy cerca de hacerlo realidad.
Sobre la nueva plataforma AMG-EA, con protagonismo para la arquitectura de 800 voltios, se asentarán inicialmente dos modelos de los que ya os hemos dado algún adelanto. Habrá un Mercedes-AMG GT berlina, un rival directo para el Porsche Taycan, y una versión SUV de altísimas prestaciones para hacer frente al futuro Porsche Cayenne en clave eléctrica.
Cuando lleguen, se hablará y mucho de su diseño, de sus prestaciones deportivas, de su autonomía eléctrica, de su (a buen seguro) espectacular interior… Pero hay un elemento que será clave en todo este desarrollo y que supondrá un auténtico hito en el sector. Hablamos de los motores eléctricos que equiparán los superdeportivos eléctricos que salgan desde Affalterbach.

Mercedes-Benz realizó un movimiento clave hace unos años, en 2021, adquiriendo la start-up británica Yasa, pionera en el campo de los motores de flujo axial. Estos motores se han enfrentado a numerosos retos durante su desarrollo, pero ya están preparados para entrar en una nueva fase. Los hemos vistos ya a «pequeña escala» usándose en vehículos híbridos de, por ejemplo, Ferrari, pero nunca se han visto para un modelo puramente eléctrico y a la escala a la que pretende llegar Mercedes-AMG.
Los alemanes se están preparando para la producción en serie del que será su primer motor eléctrico de flujo axial, aprovechándose de la tecnología heredada de Yasa. En estas mecánicas, a diferencia de las convencionales de flujo radial, el flujo magnético circula en paralelo al eje de rotación (y no en perpendicular), permitiendo así un diseño mucho más plano, como si fuera un disco.
Hacerlo así permite reducir muchísimo su tamaño (1/6 de su longitud, según Yasa) y, en consecuencia, reducir su peso, su coste y poder utilizarlo en nuevas ubicaciones, así como mejorar su eficiencia. Aquí, en lugar de girar el rotor dentro de un estator, los rotores se configuran en forma de disco y giran junto a un estator central, desplazándose el flujo de corriente de forma axial (en vez de radial).
A pesar de reducir el espacio que ocupa, su diseño permite mantener una gran área de contacto magnético, y es aquí donde encontramos otra de sus claves: su mayor densidad de potencia. Con un motor de apenas 24 kg se pueden obtener 480 CV de potencia. Mercedes-AMG afirma que su motor de flujo axial es tres veces más compacto, tres veces más ligero y, aunque todavía no hay cifras oficiales de potencia, ofrecerá un rendimiento espectacular. Ya se habla de unos 480-500 CV y 800 Nm por motor, por lo que sumando un par de ellos, las cifras, sobre todo las de aceleración, pueden ser estratosféricas.
Desafíos en los motores de flujo axial
En modelos como los que desarrollará Mercedes-AMG esto será clave: la mayor ligereza que aportarán estos motores es clave para su rendimiento, así como la posibilidad de instalarlos en una posición más baja y, así, reducir el centro de gravedad.
Sin embargo, su construcción plantea importantes retos: su producción requiere de procesos mucho más numerosos y complejos, muchos de ellos completamente nuevos, como por ejemplo los tratamientos de superficies y soldaduras con láser ultraprecisos, uso de Inteligencia Artificial, nuevos métodos para doblar los cables formados con bobinas de cobre a partir de alambre rectangular (y no redondo), la fijación de los imanes al rotor…
Tal complejidad es lo que ha llevado a Mercedes a destinar esta tecnología tan novedosa (y más cara) para sus vehículos de altas prestaciones. Una vez que se puedan reducir los costes de producción y simplificar algunos procesos durante su desarrollo, se espera que puedan llegar a vehículos más asequibles. Vamos, como en la mayoría de desarrollos tecnológicos de esta índole. Su aplicación en coches eléctricos promete prestaciones superiores a las que ofrece un motor síncrono de imanes permanentes o los de inducción. Los futuros eléctricos de Mercedes-AMG prometen ser los que más rápido aceleren de su historia.
Fuente | Automobile Propre