
Ni discos ni tambor: Yasa presenta un motor eléctrico en rueda que eliminará los frenos traseros
Yasa ha presentado un prototipo de motor eléctrico axial de flujo radial integrado en rueda con cifras de potencia y densidad sin precedentes, pero también con capacidad para eliminar una parte del diseño de los coches como los frenos traseros.

La firma británica Yasa, propiedad de Mercedes-Benz, lleva tiempo trabajando en una tecnología que quiere revolucionar el coche eléctrico tal como conocemos. Su último desarrollo, aún en fase de prototipo, consiste en un motor de flujo axial integrado en la rueda, capaz de ofrecer cifras de potencia impresionantes, una eficiencia inédita, y una capacidad de retención que jubilará a los frenos mecánicos.
Este motor, que pesa apenas 12,7 kg, ha alcanzado recientemente una densidad de potencia de 59 kW/kg, con una potencia máxima puntual de 750 kW y una entrega continua de entre 350 y 400 kW. Como mínimo se instala en pareja, por lo que incluso en configuraciones de dos ruedas ofrece una capacidad de empuje demoledor.
Pero lo que realmente pone a este sistema por delante no es solo el motor, sino la integración con un inversor desarrollado por la propia Yasa, que apunta a resolver de una vez por todas los problemas tradicionales de los motores en rueda. Con un peso de 15 kilogramos, este inversor es capaz de entregar una potencia de 1.500 kW, lo que equivale a una densidad de 100 kW/kg.
Actualmente, los sistemas de referencia en el mercado se mueven entre los 50 y 70 kW/kg, por lo que estaríamos hablando de un salto cualitativo muy importante.

De momento, se trata de una tecnología en fase de desarrollo, sin una fecha concreta para su entrada en producción. Según Yasa, se darán más detalles a lo largo de 2026, pero ya adelantan que las ventajas pueden ser disruptivas: menor peso, mayor eficiencia, y sobre todo, un rendimiento que permitiría incluso eliminar elementos tradicionales de un coche, como los frenos traseros.
Gracias a su capacidad de regeneración extrema, este motor en rueda permitiría prescindir de sistemas como discos de freno o transmisiones en el eje trasero, lo que podría suponer un ahorro de hasta 200 kilos en componentes. Y si el coche se diseñara desde cero para este tipo de arquitectura, la reducción total de peso podría llegar hasta los 500 kilogramos, cifra a lo que se suma en ahorro en componentes.
Tim Woolmer, fundador y director técnico de Yasa, lo resume así: "Los motores en rueda han sido hasta ahora un reto difícil para los coches eléctricos: demasiado pesados, con poco par y sin potencia suficiente. Este avance cambia las reglas del juego: compacto, potente y lo bastante ligero como para colocarlo dentro de la propia rueda. Es el primer motor en rueda del mundo sin penalización de masa, capaz de alcanzar hasta 750 kW por rueda. Combinado con nuestro inversor, permite un sistema totalmente integrado que redefine el equilibrio entre rendimiento, peso y eficiencia."
Fuente | Yasa


