
BYD pone fin a las absurdas pantallas giratorias para mejorar la experiencia con las apps
Una de las funciones más icónicas, y menos usadas, en el interior de los coches de BYD desaparecerá en los próximos modelos. La decisión de eliminar las pantallas giratorias responde a una necesidad de simplificar el sistema y mejorar la integración con las apps que usamos a diario.

Durante su llegada a Europa, BYD quiso marcar diferencias con un elemento que llamaba mucho la atención en el interior de sus coches: las pantallas táctiles giratorias. Este recurso, presente incluso en los modelos más asequibles, se convirtió en uno de sus rasgos más reconocibles. Pero eso ya tiene los días contados.
La marca china ha decidido prescindir de esta característica, con el objetivo de mejorar la integración de las aplicaciones que los usuarios utilizan en su día a día. Con este cambio, quieren ofrecer una experiencia más fluida y sencilla, especialmente ahora que empiezan a incorporar plataformas como Apple CarPlay y Android Auto.
Uno de los primeros modelos que lo demuestra es el nuevo Atto 2 , un SUV compacto que llegará con una pantalla fija de 12,4 pulgadas en formato horizontal. A partir de ahora, esa será la norma.
En su momento, BYD justificó este sistema por la versatilidad que ofrecía: posición vertical para navegar, horizontal para manejar apps o ver contenido parado. Sin embargo, la marca ha comprobado que, aunque llamaba la atención, muy pocos usuarios lo usaban.

Así lo ha explicado Stella Li, vicepresidenta de BYD, que reconoce que el giro de la pantalla se ha convertido en un obstáculo para que las apps funcionen como deben: “Queremos que la experiencia con las aplicaciones sea la mejor posible, y la pantalla giratoria no ayuda en ese sentido. Además, el uso real que se hace de esa función es muy limitado”.
Otro factor que ha pesado en la decisión es el nuevo enfoque de la marca: la conducción autónoma y la conectividad total. Para avanzar en ese terreno, BYD ya está trabajando más de cerca con empresas como Apple y Google. Y eso implica que las interfaces deben ser más universales, pensadas para encajar bien con sistemas y apps que ya existen en el ecosistema tecnológico actual.
La conclusión es que las marcas, incluyendo BYD, deberían hablar más con los usuarios y no apostar por elementos claramente llamados al fracaso, y que encarecen los coches. Y las pantallas giratorias son un ejemplo muy gráfico.
Los clientes quieren menos florituras visuales, más compatibilidad y funcionalidad. Porque, al final, lo importante no es que algo se mueva, sino que funcione bien.


